El poder de una marca resulta muy grande. ¿Podría Apple vender el iPhone 5c al precio al que lo hace si no fuera por el entusiasmo que genera su empresa entre los fans? Cuando somos expertos en un tema, podemos escoger un producto por sus características, pero si no sabemos por dónde nos movemos, muchas veces nos dejamos guiar por el renombre de una determinada compañía. No estoy contando nada novedoso, pero parece que los chicos de Redmond deben tener estos conceptos olvidados, a la vista de lo que se está comentando tras la reciente compra de la división de móviles de Nokia por parte de Microsoft.
Circulan en la red versiones que afirman que el acuerdo permite que la multinacional del software sólo use la marca adquirida durante diez años en modelos de gama baja (nunca smartphones), y otras que Microsoft podría nombrar si quisiera sus teléfonos como “Nokia” pero no lo desea hacer. Se apunta a que lo que sí se mantendría sería la denominación Lumia, que también resulta relativamente conocida. De todos modos, cualquiera de estas posibilidades se trata de un error gravísimo, que podría provocar que los 5.440 millones de dólares gastados acabaran representando una pésima inversión.
Está claro que Microsoft necesitaba un brazo dedicado al hardware, pero no ha que olvidar que el objetivo último consiste en vender muchos Windows Phone. Puede que Nokia no se trate de una marca muy reconocida en Estados Unidos, pero en Europa resulta de lo más popular. Para los que no son expertos en telefonía móvil, representa un símbolo de calidad, buen hacer y facilidad de uso. Incluso me atrevo a aventurar que muchos de los compradores de sus terminales no saben muy bien qué sistema operativo lleva, los han elegido porque el fabricante les inspira confianza.
Ya se trate de una operación de compra incompleta o de una política de marketing alejada por completo de la realidad, lo cierto es que prescindir de la marca Nokia, como apuntan diversas fuentes que se hará, puede acabar en un desastre. Ya que la cuota de mercado de Nokia dentro de Windows Phone se logró gracias al trabajo duro y a la presentación de excelentes terminales, pero también debido al prestigio de la marca. Si Microsoft piensa que puede comercializar los terminales utilizando otra denominación y obtener las mismas ventas, en mi opinión, está muy equivocada. Y es que, a veces, resulta más importante ostentar buena fama que lanzar un producto ideal.
¿Qué opinas tú del tema? ¿Crees que la multinacional de Redmond puede permitirse prescindir de la marca Nokia, o que se trata de un riesgo para el futuro de su adquisición?
Totalmente de-acuerdo no solo en Europa si no en Latinoamerica las personas compran Nokia por tener buenas referencias en el apartado de hardware, creo que Microsoft esta cometiendo un error tras otro (No apoyar mas a los desarrolladores, no poner mas aplicaciones gratuitas y el precio irrisorio de los Surface)
[…] el artífice de este éxito es el fabricante finlandés, por lo que representará un problema que Microsoft no pueda usar la marca “Nokia” para denominar a sus próximos smartphones. En cualquier caso, la multinacional del software aún nos debe la gran actualización que debe […]