Ayer, la multinacional japonesa realizó una presentación previa a la feria del sector Tokyo Game Show en la que sorprendió mostrando varias propuestas de dispositivos. La primera, la nueva revisión de PS Vita, un aparato más delgado y ligero que su antecesor, con una batería más duradera y una gama de colores amplia. Además, se atrevió con la PS Vita TV, un gadget conectable a nuestro televisor que puede correr juegos de la consola homónima, de PSP y de la PlayStation original, aparte de permitir acceder a servicios de vídeo online. Y, además, posibilita el juego con una PlayStation 4 desde otra habitación de forma inalámbrica.
No cabe duda de que ambas iniciativas resultan positivas para el ecosistema de la portátil, nunca mejorar un aparato ha dañado sus ventas. Pero ofrecer una máquina técnicamente sobresaliente sin destacarse también en el campo del software resulta inútil. No sólo se trata de que Nintendo 3DS tenga un catálogo más amplio y mejor, es que el de la PS Vita es de por sí flojo, sin necesidad de compararse a otro. Ese se trata del aspecto en el que Sony tiene que mejorar, pero lo cierto es que no ha demostrado demasiado interés en esforzarse al respecto.
Si terceras empresas no están dispuestas a apoyar la plataforma, han de encargarse sus creadores de darle un empujón. Muchos estudios asociados pueden ayudar: Naughty Dog, Santa Monica, Media Molecule, Quantic Dream… Si Sony prefiere reservar a sus mejores desarrolladores para PlayStation 4, siempre tiene la opción de llegar a un acuerdo con grandes como EA o Activision para lograr exclusivas. El caso es que la máquina necesita títulos de perfil alto, verdaderos bombazos que atraigan a los compradores, y para lograrlos hay que realizar una fuerte inversión. Me parece lógico, quien quiere obtener beneficios de un producto primero debe gastar en conseguir que valga la pena adquirirlo.
¿Conclusión? La multinacional de Kaz Hirari no ha hecho ayer nada por el futuro de su consola móvil, que ya no pintaba especialmente prometedor debido a la competencia de los smartphones. Pero lo que está claro es que intentar maquillar la falta de juegos interesantes con renovaciones de hardware no va a engañar a los consumidores, y no logrará revitalizar un sistema que lleva camino de convertirse en un fracaso considerable. Sony necesita juegos, lo sabe perfectamente, y para mí resulta incomprensible la situación de abandono a la que tiene sometida a su consola portátil, que demuestra que dista de representar una prioridad a día de hoy.
¿Qué opinas del tema? ¿Tú también ves este movimiento de Sony ilógico, o consideras que la nueva máquina puede atraer a más compradores?
La verdad es que la ilusión que sentí al comprar la Vita no la he sentido con ninguna otra consola más, sin embargo hoy la tengo más muerta que “Vita”, y todo debido a la escasez de juegos que presenta su catálogo.
Nunca es malo que mejoren un producto, pero cuando el problema no es el peso o el grosor, o mejor dicho, la gama de colores disponible, si no que el error del producto en sí es el poco apoyo que tiene por parte de las editoras, nada de estas “mejoras” sirven de mucho.
Totalmente de acuerdo con el artículo
Ojalá la unión con PS4 potencie la consola, pero lo dudo :-(.