Vivimos en la era de la información y, ahora más que nunca, es más fácil compartir cualquier información. Internet a contribuido a que el modo de pensar, compartir o demandar información cambie y que en este mundo virtual seamos capaces de mostrar nuestra verdad de forma anónima. En busca de la verdad nace Wikileaks, o al menos eso es lo que parece, un sitio web en el que se pueden compartir los secretos de las empresas o gobiernos sin revelar nuestra identidad. En definitiva compartir información sin revelar las fuentes, tal y como estas la hacen llegar.
Esta es la temática que nos encontramos en El Quinto Poder, abriendo de nuevo el debate de si deberíamos o no tener toda la información que el gobierno maneja, ¿deberíamos conocer toda la verdad o la verdad es demasiado peligrosa para compartirla? ¿Qué debemos conocer sin filtros, sin que nos suavicen la noticia, y qué debemos tapar para que otros no corran peligro? Quien tiene la información tiene el poder y quizás en este concepto se basa mucha gente para dedicarse a buscar la verdad, puede que Assange también, quién sabe. Sea como fuere, El Quinto Poder, pone en manifiesto lo importante que es la información y lo delicada que es la mayor parte de los datos importantes que no son públicos.
Como película, es sin duda interesante. Tiene muy buen ritmo y un elenco impresionante de actores, desde Daniel Brühl y Benedict Cumberbatch que protagonizan la cinta, al resto de rostros que encontramos. No hay un solo actor que no haga un gran papel y que no sea creíble. Su director Bill Gordon ha dirigido películas tan dispares como Crepúsculo o Dreamgirls, por lo que sorprende mucho el resultado, aunque sin duda que el guión venga de las manos de Josh Singer seguro que tiene mucho que ver y que ha unido dos libros Inside Wikileaks (Daniel Berg) y WikiLeaks y Assange (David Leigh y Luke Harding) en un gran guión. Además, nos encontraremos con un tratamiento de la imagen exquisito, haciendo visuales, conceptos abstractos y otorgando a la película un tono muy interesante entre lo que podríamos clasificar como escenas reales y fantasías visuales.
¿Héroe o traidor? Julian Assange está haciendo historia (como bien dicen en la película) buscando la verdad. Una verdad, que según dice en un momento el protagonista de esta película, que no puede ser contada sino descubierta. Y la verdad sobre esta película es que es muy recomendable, sabemos que se trata de una interpretación de la realidad pero incluso si no eres de los que han seguido esta historia, te interesará.
Si quieres la verdad tienes que buscarla tú mismo.