Para un entusiasta de la tecnología resulta posible hacerse con un smartphone avanzado por una cantidad muy ajustada, o con una tableta interesante y asequible. Pero, si queremos un portátil, las cosas cambian bastante. Aunque existen aparatos válidos para un uso básico por muy poco (desde 300 euros hay opciones de gama baja), lo cierto es que los verdaderos geeks nos hemos creado ciertas expectativas alrededor de lo que debe incluir una de estas máquinas. Buena parte de la culpa es del concepto de ultrabook de Intel, que nos ha tentado con montones de características de lo más atractivas… pero que no siempre nos podemos permitir pagar.
A día de hoy, cualquier aficionado a la electrónica querría un portátil muy ligero y delgado, con un cuerpo de aluminio o un metal de aspecto igualmente cuidado. Aparte de un buen procesador, una unidad SSD aparecerá en la listas de deseos de todos, un lujo aún bastante caro. Por supuesto, la pantalla deberá alcanzar resolución Full HD como mínimo, y ser táctil si el sistema operativo de trata de Windows 8.1, además vendría muy bien un panel IPS. Por supuesto, los teclados retroiluminados resultan apetitosos. Todos estos detalles suben mucho el precio, sobre todo si queremos que el rendimiento de la máquina resulte elevado.
Un aparato similar al Dell XPS 13 que comentamos hace poco se vende por unos 1.500 euros en España. Si nos vamos al mundo Mac, partimos de los 1.300 euros. Un ASUS Transformer Book también se sitúa en la misma cifra. El resto de las marcas se mueven en cantidades parecidas: podemos hacer que los precios se disparen si queremos prestaciones extra, pero si buscamos reducir nuestra inversión en el dispositivo enseguida tenemos que empezar a descartar características que nos interesaban. La realidad es que, si queremos un portátil de gama alta, tendremos que desembolsar una buena cantidad de dinero.
La solución es tan fácil como poco satisfactoria para un geek: conformarse con una máquina que se adapte a nuestras necesidades y no a nuestros deseos. Debemos decidir qué prestaciones representan requisitos imprescindibles y cuáles son simples caprichos y adquirir un aparato adecuado. La verdad, se trata de uno de esos problemas que sólo le ocurren a un entusiasta de la tecnología, ya que los portátiles nunca han sido tan asequibles ni tan avanzados y, sin embargo, comprar uno puede transformarse en un verdadero dispendio. Personalmente, yo he pensado en adquirir un ultrabook de calidad y, tras meditarlo, opté por repartir el presupuesto en varios gadgtes más sencillos, pero que me aportan más versatilidad… aunque no me llenen igual.
¿Qué opinas del tema? ¿Gastarías más de mil euros en un portátil, o crees que se trata de un cifra exagerada viendo las opciones de bajo coste que existen?