Últimamente Dell no para de generar noticias, y eso que no se trata de una empresa precisamente puntera. Pero, entre su salida de bolsa, sus tablets (con Android o con Windows 8.1) y otros dispositivos avanzados, no deja de llamar la atención. Hoy lo hace con un aparato que no parece destinado a grandes ventas, pero que aún así se trata de la tercera generación del modelo. Es un portátil que integra Linux de fábrica, facilitando las cosas a quien necesite utilizar este sistema operativo, pero no se considere un usuario avanzado. Sin duda, una propuesta poco frecuente en el mercado.
El Dell XPS 13 presenta dos configuraciones: un Intel Core i5 con 128 GB de almacenamiento SSD, o un Intel Core i7 con 256 GB de espacio, ambos procesadores de la gama Haswell. El resto de especificaciones resultan idénticas, ofreciendo 8 GB de RAM, pantalla táctil de 13,3 pulgadas y resolución 1080p. Por desgracia, sólo hay opción de montar la gráfica integrada de Intel. El aparato pesa 1,7 kilogramos, y su grosor máximo alcanza los 18 milímetros, además de hacer gala de unos marcos alrededor de la pantalla muy delgados. Sin duda, una máquina potente, aunque no sacará tanto partido del panel táctil como si usara Windows 8.1.
Los acabados demuestran calidad, con uso de aluminio, cristal Gorilla Glass y una pantalla de 178 grados de visión, aparte de un teclado retro iluminado. El sistema operativo es el obsoleto Ubuntu 12.04, que ofrece un período de soporte extendido. Quien desee actualizarlo seguramente no se encontrará con excesivas dificultades, pero tampoco creo que dejarlo como viene represente un problema si el usuario no quiere ni la más mínima complicación. El portátil ya se vende en Estados Unidos, por 1.249 dólares en su versión básica, y 1.549 dólares la superior. Llegará a nuestro país a finales de mes.
¿Qué opinas de este aparato? ¿Crees positivo que Linux logre más presencia en el mercado, o consideras que sus usuarios no necesitan que se preinstale el sistema operativo?