Windows 8 fue completamente rediseñado para adaptarse a las populares tablets, hasta tal punto que el escritorio tradicional puede obviarse (aunque muchos siguen utilizándolo a diario ante la falta de aplicaciones táctiles). El caso es que encaja perfectamente en muchos aparatos: tabletas pequeñas, convencionales, muchas clases de portátiles e incluso sobremesas. Todos ellos deben poder controlar sus pantallas con los dedos, requisito necesario para sacar partido al nuevo software y que no se vuelva un lastre. Eso sí, en los móviles Microsoft apuesta por Windows Phone 8, una plataforma separada, aunque con visos de unificarse a medio plazo si todo va bien.
Respecto a Android, domina en smartphones y tiene buena presencia entre las tabletas, pero Google no se esfuerza en otros formatos. Chrome OS representa la tímida apuesta de la marca en portátiles convencionales y, puntualmente, en sobremesas. Un sistema operativo ligero y limitado, que se está introduciendo lentamente. Algunos fabricantes crean portátiles pequeños con el software del robot verde e incluso sobremesas, pero no se tratan de propuestas interesante. Primero, porque la plataforma no está pensada para esos dispositivos, y porque las aplicaciones no están optimizadas para tamaños de pantalla grandes. Y, sobre todo, porque Google no apoya directamente este tipo de formatos.
Pero la marca de Mountain View podría luchar de tú a tú contra Windows si adaptase Android. Eso sí, debería repensar toda la experiencia de usuario para que funcionase en aparatos desde las cuatro hasta las treinta pulgadas. También tendría que presionar mucho a los desarrolladores para que diseñasen aplicaciones que tuvieran en cuenta esta nueva realidad. No se trata de algo fácil, pero la empresa del buscador lo podría lograr, ya que Android posee una cuota de mercado tan amplia que nadie que cree una app puede ignorar su importancia. Si además lanzase portátiles y sobremesas tan interesantes como los actuales Google Nexus recibiría una gran atención.
En definitiva, creo que la compañía de Larry Page está dejando pasar una gran oportunidad. Windows 8.1 se establece poco a poco, y va camino de permitir a Microsoft hacerse un hueco en la era post-PC. En poco tiempo, Google dejará de encontrarse en una posición privilegiada para expulsar a su rival de los segmentos que tradicionalmente ha dominado. Ahora sería el momento de realizar un movimiento agresivo, algo que la multinacional se puede permitir considerando sus amplios beneficios. En cualquier caso, lo que queda claro es que la empresa del saliente Steve Ballmer actualmente está llevando a cabo un buen trabajo.
¿Qué opinas del tema? ¿Crees que los nuevos Windows deben ser la inspiración de Android, o piensas que cada plataforma ha de seguir su propio camino?
