No cabe duda de que la ciencia cambia de opinión muchas veces, ya que no atiende a dogmas y siempre está dispuesta a rectificar si se encuentran nuevas evidencias. Se suponía que las grasas saturadas eran malas para la salud, y especialmente para el corazón, pero parece que las cosas no resultan tan sencillas. Se ha realizado un metaestudio por parte de la Universidad de Harvard en Boston, que ha aparecido en la revista Internal Annals of Medicine, para el que se usaron datos de 45 investigaciones y 27 pruebas, en las que participaron 600.000 personas de 18 países distintos.
El resultado es que no se puede concluir que las grasas saturadas contribuyan a los problemas coronarios. Algo que ya se sospechaba, pero hay una lección más importante: decir que un nutriente o otro se vuelve peligroso a largo plazo no resulta tan sencillo, y debería hablarse más bien de alimentos recomendados y otros desaconsejables. Ni siquiera se pudo predecir de forma segura los riesgos de enfermedades del corazón por los niveles de colesterol. Aparece una conclusión que sí entra dentro de los esperado: las grasas trans resultan nocivas para la salud, y deben evitarse en la medida de lo posible.
Estas noticias son importantes para la comunidad médica, porque ponen de manifiesto que resultan necesarias nuevas investigaciones. Sin embargo, no tienen implicaciones en nuestro día a día, porque no significan que debamos ingerir grasas saturadas sin control ni descuidar el colesterol. Las recomendaciones para una corazón sano (y una buen salud en general) no han cambiado en absoluto. Es importante abandonar el tabaco, mantenerse activo y llevar una dieta sana y equilibrada, en la que no sólo se debe tomar una cantidad razonables de grasas, sino también moderar el consumo de sal y azúcares, aumentando el de frutas y vegetales.
¿Qué opinas de este tema? ¿Ya no sabes a quién hacer caso en temas de alimentación, o consideras que diversos puntos de vista siempre resultan enriquecedores?
