No cabe duda de que Estados Unidos se trata de un país de contrastes. A pesar de su prosperidad y capacidad de innovación, sufre problemas tan grandes como el descontrol de las armas de fuego o un caótico sistema sanitario. Sin embargo, uno de los aspectos más preocupantes se trata de la enorme desigualdad social y, más concretamente, el racismo imperante. No se puede decir que España resulte ajena a esto, pero los datos que hoy nos llegan sobre la acción de la justicia dependiendo del color de la piel del acusado me parecen verdaderamente estremecedores.
Y es que desde el año 1976, en el que el Tribunal Supremo del país estableció la pena de muerte moderna, sólo 20 personas blancas han sido ejecutadas por haber matado a una persona negra. Si nos fijamos en el caso contrario, la cifra asciende a 269 reos. Un dato sorprendente, como lo es saber que Florida nunca ha ejecutado a un blanco por haber matado a un negro. O que la pena de muerte resulta un 97% más probable en Luisiana si la víctima del crimen es blanca. Otro caso increíble es que en Alabama sólo un 6% de las asesinatos corresponden a una persona negra que actuó contra una persona blanca, pero el 60% de los reos en el corredor de la muerte son negros que mataron a blancos.
Sin duda, unas estadísticas escalofriantes, que demuestran que la justicia en Estados Unidos no resulta precisamente imparcial. En mi opinión, otro motivo para que la pena de muerte se elimine, a la vista de que no se aplica de forma correcta ni siquiera el más estricto de los castigos. Por otro lado, tampoco estaría mal conocer datos sobre el racismo en el sistema judicial español, porque podríamos sorprendernos con lo que se descubriera.
¿Qué opinas de este tema? ¿Crees que la justicia dista de ser imparcial como debería, o que no se puede esperar que los jueces dejen atrás sus prejuicios irracionales?
