Actualmente, sólo Japón, Noruega e Islandia cazan ballenas. Estos hermosos seres se llegaron a encontrar en serio peligro, y durante 1986 se prohibió su captura para protegerlos. Al año siguiente Japón inició un programa científico para obviar la medida, algo que resultaba posible: era necesaria una autorización de una comisión dedicada, y cumplir unas requisitos, entre ellos relativos a la muerte del animal. Sin embargo, Japón lleva décadas disfrazando de “ciencia” su barbarie, y Australia ha decidido recurrir a la Organización de Naciones Unidas para detener el drama. Eso sí, por ahora sólo en lo respectivo al Océano Antártico.
El Tribunal Internacional de Justicia de la ONU acaba de fallar que la caza de ballenas de Japón no es científica, y le insta a detenerla. Al parecer, el país se encuentra dispuesto a acatar la orden… aunque debemos temer que vuelva a diseñar otro programa diferente para burlar la acción de la ley. Al parecer, se ha encontrado que las actividades realizadas podían tener finalidad investigadora, pero la implementación del sistema no resultaba consecuente con los objetivos. Ya que las ballenas capturadas eran más grandes de lo necesario, el programa no tenía una fecha de finalización concreta, producía pocos resultados científicos y apenas colaboraba con los trabajos de otros países.
Aunque no se menciona como motivo, tampoco hay que olvidar que la carne de las capturas luego se dedicaba al consumo humano. Japón, que caza cerca de mil ballenas al año, dejará de expoliar el Océano Antártico, tres años después de la queja australiana. Sin embargo, esta decisión no afecta al Pacífico Norte, por lo que el problema quizá se acabe trasladando. Sólo podemos esperar que el fallo haga que la comunidad internacional se tome más en serio este atentado ecológico, y refuerce considerablemente las presiones sobre Japón respecto a este tema.
¿Qué opinas de este asunto? ¿Crees que Japón se ríe de los demás países desobedeciendo el veto, o consideras que debe velar por sus propios intereses?
Imagen | Isaac Kohane
