Un diamante es para siempre… ¡y al precio al que están, ya pueden serlo! Se trata de uno de los grandes lujos actuales, y no por su valor intrínseco, sino porque el gigante del sector De Beers controla fuertemente el mercado. Algo cercano a un monopolio, que mantiene los precios altos. Sin embargo, la extracción de estas piedras causa un impacto humano y ambiental grande, lo que hace necesarias otras opciones. Y a todos nos gusta que el precio de los productos baje, así que… ¿lo conseguirán las alternativas artificiales?
Lo más seguro es que sí, pero no parece que a corto plazo. Aunque las técnicas para crear diamantes ornamentales no se detallan por intereses comerciales, el quilate de uno natural cuesta sobre 700 dólares (aunque se dan fuertes variaciones). Moissanite, el mejor sucedáneo disponible, cuesta 500 dólares el quilate, mientras que un diamante artificial auténtico entre 5.000 y 6.000 dólares el quilate. Obviamente, la primera alternativa no vale la pena si tenemos en mente que lo que pagamos no es “natural”, y la segunda resulta muy cara. Sin embargo, en usos industriales sí que se recurre a lo sintético. Por otro lado, parece que los diamantes creados por el hombre también arrojan altos márgenes de beneficios, por lo que podrían rebajarse en el futuro.
Podemos concluir que la ciencia no tiene problemas en fabricar piedras de la misma calidad que la Naturaleza, pero no ha conseguido hacerlo a un coste asequible. El artículo original de Geek.com ofrece más datos, pero yo destacaría un aspecto menos técnico: el día en que los diamantes dejen de resultar caros y exclusivos (que seguramente llegará), no tendremos ni el más mínimo interés en ellos. Es un poco como un coche de lujo, realmente no lo queremos para andar a 300 km/h por la autopista, sino para distinguirnos de los demás. ¡Y es que los seres humanos somos muy vanidosos!
¿Qué opinas de este tema? ¿Deseas que los diamantes bajen de precio, o no crees que te resulten necesarios en absoluto?
Imagen | Kim Alaniz
