La ciencia nunca deja de cambiar su punto de vista, en este mundo no existen los dogmas y todo puede variar si surgen nuevas evidencias. Pero, considerando la gran cantidad de experimentos que se realizan con ratones, sorprende un poco que se descubran cosas de este tipo. Ya existían anécdotas en ambientes académicos: había estudios del dolor en roedores en los que se apreciaba que los animales aparentaban sufrir menos si la persona que los manipulaba no se iba de la sala. Sin embargo, este tema tan importante no se había investigado con detalle hasta el momento.
Un nuevo trabajo de la Universidad McGill de Montreal apunta a que los ratones no reaccionan igual ante los hombres y las mujeres investigadoras. Al parecer, el olor de cualquier mamífero macho induce estrés en estas criaturas, lo que implica que el umbral del dolor sube. Si una investigadora se queda con ellos, el resultado es el mismo que si estuvieran solos, pero si es un investigador, se da un cambio. Lo mismo pasa con los machos de otras especies, exceptuando los compañeros de jaula del ratón. Si una camiseta vestida por un hombre se deja en la sala, la disminución del dolor se da igual.
Considerando que la diferencia en la escala empleada para estas mediciones es de un 40%, se trata de una factor muy relevante. En el trabajo se apunta a que los estudios con ratones deberían deberían hacer referencia al género de las personas que están con ellos, y que sería importante dejar claro si hubo un cambio en medio del experimento. Otra conclusión es que estos animales deben ser considerados sujetos complejos, no simples elementos fácilmente predecibles. Y es que, en casos como este, debemos recordar a Stephen Hawking cuando aseguró que “se han concedido muchos premios Nobel por mostrar que el universo no es tan simple como pensábamos”.
¿Qué opinas del tema? ¿Habrá que repetir infinidad de estudios, o no crees que se trate de un cambio clave?
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