A veces, la música clásica se considera aburrida, elitista o “para personas mayores”, cuando nos ofrece todo tipo de composiciones de lo más atractivas aptas para cualquier público. Al fin y al cabo, la música es música. Entre los violinistas tienen gran fama los instrumentos creados por el equipo de Antonio Stradivari entre el siglo XVII y el XVIII, y respecto a cuya calidad de sonido existen todo tipo de teorías. Sin embargo, en ocasiones las apariencias engañan, y nos dejamos impresionar por las modas en vez de valorar lo que nos ofrece en realidad un objeto “de marca”.
Y es que se ha realizado un estudio liderado por Claudia Fritz, del Instituto Jean le Rond d’Alembert. Reunió a diez solistas de fama, y les hizo tocar a ciegas doce violines: seis eran actuales, y seis antiguos, entre los que se encontraban cinco Stradivarius. Cuando se les pidió que eligieran uno preferido, seis músicos se decantaron por uno moderno, y también el más valorado era uno de los contemporáneos. Los violinistas fueron incapaces de decir qué instrumentos eran clásicos y cuales de nueva creación, y los actuales recibieron mejores notas medias por parte de los intérpretes.
No se trata del primer estudio sobre este tema, y uno anterior apuntaba en la misma dirección. Este ha sido más concienzudo, y parece confirmar que los Stradivarius están sobrevalorados por parte de los músicos. Aun así, tienen un considerable valor histórico (se calcula que se conservan poco más de quinientas piezas), pero no como para que se lleguen a pagar 17 millones de dólares por uno, como ocurrió en el año 2011. Al final, da la impresión de que los violinistas, con su supuesto buen oído, se dejan guiar por los nombres famosos en lo relativo a su trabajo, como cualquier persona normal.
¿Qué opinas del tema? ¿Crees que este descubrimiento resulta interesante, o estás convencido de que los Stradivarius deben tener algo que los hace únicos?
Imagen | Michael Russo