No cabe duda de que los productos de la marca de la manzana resultan muy caros. Hacen gala de una gran calidad, unos acabados soberbios y una considerable integración entre hardware y software. Sin embargo, si observamos los resultados económicos de la empresa, no podemos negar lo evidente: Apple vende a un precio elevadísimo respecto a los costes que soporta, lo que implica que la compañía resulte tremendamente rentable. Aparte de las ventajas objetivas que aportan los gadgets de la multinacional de Cupertino, existen una serie de factores menos obvios que explican su éxito y que pueda llevar a cabo la estrategia de precios actual:
– Exclusividad: creo evidente que poseer un dispositivo de esta empresa nos distingue, especialmente en España, un país dominado por Android. El hecho de que los aparatos sean caros resulta suficiente para que ciertas personas los consideren una forma de mostrar su estatus, pero además su diseño y calidad de construcción juegan a su favor. Nadie niega las capacidades tecnológicas de Apple, pero lo cierto es que la compañía se ha adentrado en el rentable segmento del lujo.
– Calidad aparente: aunque no se puede decir que las creaciones de la marca no rayen muy alto en este aspecto, en realidad muchos consumidores se encontrarían satisfechos con alternativas mucho más asequibles. Pero, cuando un comprador cuenta con un presupuesto generoso, se plantea obtener lo mejor de lo mejor. Que, en mi opinión, no siempre se trata de un dispositivo de la firma de Cupertino. Pero su precio elevado nos hace pensar que es así, y el prestigio de la empresa ayuda. Por lo que muchos usuarios poco informados se llevan la impresión de que Apple siempre ofrece la alternativa más puntera por trabajar sólo la gama alta, sin analizar qué necesidades concretas tienen.
– Culto a Apple: alrededor de la empresa del mítico Steve Jobs se ha generado una especie de “culto”, y los clientes se han transformado en fans. La atención al detalle de la compañía, su cuidado servicio y su historia de innovación le han supuesto conseguir una fama que hace que muchos usuarios la tengan un escalón por encima de cualquier otro fabricante. Gracias a eso, se pueden mantener unos precios superiores, que muchos están encantados de pagar.
Estas son las razones que creo que explican el éxito de Apple y su capacidad para vender productos relativamente sencillos a precios prohibitivos. No quiero decir que colocar estas impresiones en el subconsciente colectivo haya representado algo sencillo, ya que la multinacional ha trabajado mucho para ello y ha invertido para conseguirlo, así que no se puede afirmar que disfrutar de estas ventajas le haya venido “de regalo”. Por sí considero bueno tener claro que, al comprar un producto de la marca, pagamos por el software y el hardware, pero también por la leyenda que se ha construido alrededor de la empresa.