Gracias a la mejora de la higiene dental y al avance de la tecnología (¡hasta existen cepillos de dientes que se conectan al iPhone!), ya resulta muy raro ver a una persona con huecos en la dentadura. Pero buena parte del mérito también es de los empastes que tapan roturas accidentales o caries, y de los implantes que sustituyen las piezas que no se pueden salvar. Sin embargo, la medicina no deja de avanzar y, aunque muchos fallos sanitarios están relacionados con las máquinas empleadas, resulta innegable que los nuevos dispositivos posibilitan llevar a cabo procedimientos muy útiles.
Pues bien, leemos en The Verge sobre un trabajo del Instituto Wys en el que se experimentó con ratones, a los que se les hicieron agujeros en los dientes. Y consiguieron que estos se repararan en mayor medida de lo que resultaría normal, gracias a un tratamiento con luz láser, lo que abre las puertas a que se pudieran arreglar piezas dañadas de una forma mucho más natural. Los científicos creen que el empleo de láseres infrarrojos podría favorecer la regeneración de otras partes del cuerpo, pero por ahora prefieren centrarse en los dientes. Van a solicitar al regulador estadounidense un marco legal para iniciar pruebas en humanos.
Al parecer, el láser provoca que las células de la zona generen dentina, el material de los dientes. Este tipo de luz ya se usa habitualmente en procedimientos médicos, por lo que la nueva técnica podría extenderse en poco tiempo si se prueba eficaz. Desde luego, representaría un gran avance que el dentista hiciera que nuestros dientes dañados volvieran a crecer en lugar de empastarlos, aunque eso tal vez acabase con el lucrativo negocio de los implantes. Habrá que seguir atentos a las noticias en este campo tan prometedor durante los próximos años.
¿Qué opinas del tema? ¿Ves posibilidades de éxito a esta investigación, o seguirás cuidando mucho tus dientes por si acaso?
Imagen | mikael altemark
