La verdad es que desde los países asiáticos nos asombran continuamente, como cuando en Japón inventaron un sujetador que sólo el verdadero amor puede abrir. En este caso, en China se ha puesto de moda una mascota insólita, según leemos en Cribeo. El pandog se trata de una criatura muy peculiar, digna de entrar en nuestra lista de los animales más raros: es una mezcla entre oso panda y perro. Obviamente, estas especies no se pueden cruzar, ni tampoco estamos ante una obra de ingeniería genética, sino más bien se trata de un trabajo puramente cosmético sobre determinadas especies de perros.
Y es que los pandogs no dejan de ser perros pintados de blanco y negro. El Chow Chow es una raza que queda muy parecida a los osos pandas si se aplican las técnicas adecuadas. Eso sí, nos encontramos con un proceso que puede durar unas dos horas, y no resulta barato. Aparte del cambio del color del pelo, hay que aplicar otros tratamientos de peluquería canina. El resultado no es permanente, en seis semanas el animal necesitará un retoque. Al parecer, ni los productos ni los procedimientos que se usan resultan perjudiciales para el perro… ¡aunque seguro que esas dos horas de espera se le hacen eternas!
Se trata de un claro ejemplo de la occidentalización del gigante asiático, porque tradicionalmente los perros se consideraban una delicatessen culinaria para los más adinerados. Desde luego, estas criaturas provocan verdadera pasión. Si ya nos sorprendimos al saber que algunas personas se hacen ropa con el pelo de sus mascotas, que se pinten perros como si fueran osos panda resulta algo difícil de creer. Sólo puedo desear que sea verdad que el animal no sufre en el proceso, y que los tintes utilizados no provocan problemas de salud con el paso del tiempo.
¿Qué opinas de este tema? ¿Sacarías orgulloso a pasear a tu pandog, o nunca le harías algo así a un noble perro?