Sería genial no tener que enchufar el móvil cada pocas horas para que no se agote la batería, pero los avances en el campo de la electricidad inalámbrica resultan bastante tímidos. Hace poco supimos que el estándar Qi 1.2 permitirá alimentar nuestros gadgets a 4,5 centímetros del cargador, pero está claro que eso no es lo que todos esperamos. Aunque hay quien pretende ofrecer cobertura al planeta entero mediante electricidad sin cables, hoy echaremos una ojeada a un proyecto más humilde… pero que se encuentra relativamente cerca de convertirse en una realidad palpable. Además, el concepto promete mucho, si las cosas son como nos las cuentan.
Conocemos gracias a Engadget el trabajo de uBean, una empresa que lleva años mostrando prototipos de su sistema de electricidad inalámbrica. Pues bien, ya tienen una versión que funciona como desean, y la van a usar de base para diseñar un producto comercial. Si todo va bien, podríamos cargar un smartphone sólo con entrar en una habitación con el terminal… porque las ondas no traspasan las paredes. Y es que uBean usa un delgado emisor para transformar la electricidad en ultrasonidos, y el dispositivo que los recibe realiza el proceso inverso para aprovechar la energía.
Meredith Perry (una emprendedora mujer, ¡un punto a favor!) cree que la tecnología se volverá muy popular, pero hay muchas cosas que no dice: no indica el alcance exacto, ni el porcentaje de energía que se pierde en la conversión. Por supuesto, tampoco habla de precios, ni confirma alianzas con fabricantes de gadgets. Sólo asegura que los productos se venderán directamente a los consumidores, pero no concreta cuándo ocurrirá eso. En cualquier caso, sólo podemos desear que el desarrollo sea rápido, y pronto disfrutemos de la electricidad inalámbrica en nuestros hogares y en los espacios públicos. ¡No nos volveríamos a quedar sin batería en un momento poco oportuno!
¿Qué opinas de este avance? ¿Tienes fe en que llegue pronto al mercado, o prefieres no hacerte ilusiones de que se convierta en realidad en un plazo corto?
Imagen | Nathan Lanier