Si tienes aracnofobia, ya te hemos comentado que las ciudades hacen que estas criaturas se vuelvan más grandes de lo normal. Hoy te traemos una noticia curiosa: este miedo se puede superar quirúrgicamente, aunque es dudoso que nadie quiera someterse a una operación incierta y bastante complicada con este fin. Un empresario británico tuvo que pasar por manos de los cirujanos para extraer la amígdala cerebral derecha (¡no la de la garganta!), ya que sufría ataques a causa de una inflamación persistente. El procedimiento fue bien, pero esta parte del cerebro procesa las emociones, y el hombre notó cambios inmediatos en su comportamiento.
Según leemos en IFLScience, de pronto sentía una gran aversión por la música, y su antiguo miedo por las arañas quedó en el pasado, hasta el punto de que ahora quiere tocarlas y jugar con ellas. Se cree que la amígdala controla un tipo de miedo primario que nos hace rechazar algo instantáneamente, sin valorarlo de forma racional. Y es que el resto de los temores y ansiedades de este paciente no se vieron afectados por la operación. Eso sí, poco a poco fue superando su desagrado por la música, pero la aracnofobia no volvió con el paso del tiempo.
La amígdala cerebral es una zona profunda del cerebro y no sería responsable jugar con ella para evitar fobias. Pero lo cierto es que este tipo de operaciones son frecuentes en casos de epilepsia, y el miedo a las arañas también resulta muy común, por lo que será posible seguir investigando este tema. En cualquier caso, recuerda que estas criaturas también tienen su lado íntimo: las arañas deben elegir entre ser guerreras o niñeras para conseguir que sus colonias salgan adelante. De todas formas, siguen dado bastante asco… así que mejor que se mantengan lejos de nuestras casas.
¿Qué opinas de esta noticia? ¿Una nueva prueba de que el cerebro resulta muy complejo, o más bien de que es fácil manipularlo?
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