Soy consciente de que todas las criaturas tiene un cierto valor ecológico, pero no dudaría ni un momento si me obligaran a elegir una especie para que se extinguiera: ¡adiós a las arañas! Y es que estos malignos seres incluso estropean coches con sus telas de seda. Pues ahora sabemos que las ciudades representan un hábitat idóneo para las arañas, y que eso está provocando que sean más grandes de lo normal. O eso sostiene Elizabeth Lowe, de la Universidad de Sydney, que capturó 222 ejemplares en su ciudad y en las afueras para comprobar a qué se debía este fenómeno.
Leemos en IFLScience que investigó con la Nephila plumipes, y que comprobó que algunas del centro de la ciudad pesaban 1,6 gramos, frente a 0,5 gramos de otras en el exterior. ¡Menuda diferencia! Al parecer, el motivo es que en las ciudades hay más superficies calientes que en el campo, y la temperatura afecta seriamente al crecimiento de las arañas. Por otro lado, también se apunta a que en las ciudades estas criaturas encuentran más presas disponibles. De hecho, había muchos ejemplares grandes en los alrededores de las farolas, que atraen con su luz a los insectos. Sin duda, dos factores de peso.
Una curiosidad es que las arañas eran mayores en las partes más ricas de la ciudad. Lowe no tiene clara la razón, aunque cree que en esas zonas hay más superficies duras y cálidas, y menos vegetación. Su trabajo se limitó a la ciudad de Sydney y alrededores, pero cree que el fenómeno puede estar dándose a nivel global. ¡Qué miedo! Hace poco supimos que las arañas tiene roles y pueden ser guerreras o madres, pero a mí eso no me hace verlas con mejores ojos. Y, desde luego, me deja muy intranquilo que las arañas están creciendo en tamaño.
¿Qué opinas del tema? ¿Te da exactamente igual, o no se puede decir que te agrade saber esto?
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