La tecnología no deja de avanzar, en todos los aspectos. ¿He dicho todos? Pues no, existen excepciones vergonzosas. Hace tiempo analizamos cómo las pantallas no dejaban de ofrecer mayores resoluciones y colores más ricos, y está claro que los procesadores cada vez se vuelven más potentes y consumen menos. Sin embargo, en las últimas décadas el sonido de los gadgets no ha mejorado precisamente. Más bien al contrario, los altavoces que viene por defecto en los dispositivos son cada vez peores.
La verdad es que me parece triste que un aspecto así de importante se haya descuidado de una forma tan preocupante, así que vamos a viajar en el tiempo para ver cómo hemos llegado a esta situación. Me parece necesario porque los más jóvenes tal vez no recuerden que existía una época en la que el sonido de calidad era algo que venía por defecto, no un extra que debíamos comprar a mayores.
Así que echemos un vistazo a finales de los años 90, cuando todo empezó a cambiar en la tecnología. Muchas cosas fueron a mejor, claro, pero ya te puedes imaginar que el sonido no fue el principal beneficiado:
Mini cadenas, teles de tubo y sobremesas
La forma en la que se escuchaba música en el siglo XX resultaba muy distinta a la actual. Entonces lo normal era usar un equipo dedicado para esa tarea, ya fuera de vinilos, casetes o CDs, según fueron pasando las décadas. Aunque había aparatos para todos los bolsillos y la calidad del sonido fue mejorando, al menos existía una preocupación por la tema. Y, desde luego, no se pueden comparar uno de los enormes altavoces de una minicadena con los de una tablet o un portátil, que tantas personas usan ahora para disfrutar de la música.
Aunque en este época el sonido envolvente no se había desarrollado, y muy pocos usuarios añadían altavoces a sus televisores, el resultado no era tan malo como se podía esperar. Y es que poca gente usa actualmente sistemas de varios altavoces (¡ni siquiera barras de sonido!), sino que se conforma con lo que trae su televisor. Desde luego, una buena TV de tubo tenía espacio para unos altavoces bastante mejores que los de una delgadísima televisión plana.
Además, los pioneros que escuchaban música en el ordenador cuando empezó a ponerse de moda el MP3 siempre tenían un par de altavoces junto a su torre. No solían ser gran cosa, pero sí que podían ofrecer más potencia y calidad que los que caben en un portátil.
Todo se empezó a torcer…
De un tiempo a esta parte, casi nadie escucha música en minicadenas. Las opciones habituales me parecen bastante tristes: móviles, tablets y portátiles, todos con altavoces muy deficientes. Incluso los sobremesa tipo todo-en-uno dejan mucho que desear en el apartado del sonido, y hay quien se conforma con los lamentables altavoces de los monitores cuando monta un PC de torre. Sólo se salva del desastre los que utilizan unos auriculares de calidad, algo que sí que suelen levantar bastante interés.
Lo peor es que los dispositivos cada vez se vuelven más finos, y la tecnología tiene problemas para crear altavoces aceptables de pequeño tamaño. Para generar sonido es necesario mover el aire, y para eso hace falta espacio. Un espacio que cada vez es más escaso, si echamos una ojeada a cómo ha ido evolucionando uno de los smartphones más populares:
El tema de los televisores también se ha transformado en un problema. Aunque cada vez han ido surgiendo más opciones para escuchar el cine con seis o más altavoces de calidad, la mayoría opta por los que integra su pantalla plana… en la que no hay mucho sitio para que se desarrolle el sonido. Lo peor vino con la tecnología LCD con retroiluminación LED, que hizo que se pusieran de moda televisores finos como el papel, en los que los altavoces eran lamentables.
El audio como un extra
Ahora mismo, a pocos fabricantes les parece importante ofrecer un buen sonido. Así que el que lo desee disfrutar debe pagar un extra y hacerse con un altavoz de terceros (¡aunque también los hay de las propias marcas que hacen los gadgets!). Si queremos contar con un buen audio en el móvil, tablet o portátil, se ha vuelto imprescindible un altavoz externo. Hace tiempo ya te hicimos un listado de los mejores altavoces Bluetooth para móviles y la verdad es que no salen nada baratos.
Otra opción es comprar unos buenos auriculares, pero normalmente no queremos llevar cascos cuando estamos en casa. Y, más que una alternativa, se trata de un accesorio obligatorio al que deberemos recurrir en determinados momentos. En mi opinión… ¡comprar unos cascos de chino por 5 euros representa una pésima idea!
Respecto a los televisores, para obtener buenos resultados necesitaremos una barra de sonido, a ser posible con un subwoofer. Y, si queremos una experiencia completa, podemos optar por el audio envolvente, desde los clásicos sistemas 5.1 hasta otras nuevas configuraciones más avanzadas. Por supuesto, cualquiera de estas opciones representa un gasto extra considerable, y supone que los altavoces que trae el televisor no sirvan para nada.
El futuro
Ya vimos en la gráfica anterior que los gadgets cada vez se vuelven más finos, así que no debemos esperar que el tema mejore, a menos que ocurra una revolución tecnológica en el sector del sonido. Sin embargo, marcas como HTC están destacando por poner potentes altavoces frontales en sus móviles y tablets (y otros han seguido su ejemplo), así que al menos existe una cierta preocupación por el asunto. De todas formas, quien quiera buena calidad deberá seguir optando por altavoces externos.
El tema de los televisores es más complejo. ¿Por qué necesitamos que sean tan delgados si no se van a mover nunca? Hay quien los cuelga de la pared, pero la mayorías de los usuarios los coloca en muebles, y en unos años tendrán que ir directamente en el suelo si siguen aumentando de tamaño. Así que lo lógico sería que se volvieran más gruesos y hubiera sitio para unos buenos altavoces frontales, aunque eso impidiera los finísimos marcos que están de moda. Algunos modelos de gama alta apuestan por un buen audio, pero no resulta lo habitual.
Francamente, creo que la estrategia es premeditada: la marca nos intenta conquistar con un modelo muy bonito, delgadísimo y sin marcos, porque también vende barras de sonido. Al final, son más cacharros, más cables y mandos, y una sala de estar desordenada. Francamente, yo pagaría un extra por un televisor con altavoces premium, incluso equivalente al precio de una barra de sonido.
Conclusión
Me temo que la conclusión es poco agradable: no creo que el audio por defecto de los gadgets vaya a mejorar nada en los próximos años. Y es que muchos consumidores se fijan obsesivamente en las pantallas de los dispositivos, pero no otorgan importancia al sonido. Así que los fabricantes le da menos prioridad, algo que no es extraño.
Siento ser negativo, pero creo que nos quedan muchos años por delante sufriendo altavoces mediocres, y comprando incómodos accesorios para solucionar el problema. Desde luego, algo desagradable, que esperemos que en el futuro lejano cambie para mejor.
¿Qué opinas de este tema? ¿Le das importancia a la calidad con las que suenan tus aparatos electrónicos, o te parece un detalle secundario?
Desgraciadamente así es, y donde más se nota es en portátiles y en smartphones. Por desgracia ocurre al igual que con las baterías.
¡Pues portátiles más gordos! Tendrán mejor autonomía y sonarán mejor… pero a ver quien los compra.
No necesariamente, mi portátil tiene Beats Audio (que no es para tanto, pero bueno, lo anuncian como lo mejor) y no es gordo. Es más, es fino. Y de autonomía me dura 8/9 horas.
Lo que pasa es que pocos fabricantes hacen esto, y si lo hacen lo hacen con unos precios altísimos (como es el caso).
El problema en las nuevas televisiones aún es más grave, ya que no sólo tenemos altavoces más finos con menos potencia de sonido, sino que además han desaparecido del frontal para dejar sitío a pantallas más grandes.
Pues hasta leer esta nota no sabía que era de los pocos que tenía la salida de audio del PC de escritorio conectado a un equipo de sonido noventero con altavoces más que decentes. Porque eso si, no puedo tragarme el sonido cutre que emiten esos “satélites” estéreo y surround para PC. Y ni que decir de los smartphones, cuando estoy en casa los conecto a mi equipo de sonido (si es que necesito escuchar música desde ahí) y para la calle adquirí unos bluetooth “in ear” con un sonido muy decente. Lo siento pero no puedo digerir los chirridos que emiten los “dizque” parlantes incorporados. Buena la nota, sería interesante una de los dispositivos móviles que disponen de más o menos “buen sonido” para futuras referencias. También espero que la tecnología en audio pueda reinvindicarse.