5 videojuegos que nos han aportado algo durante 2014

Resulta muy común hacer listas de los mejores y los peores juegos cuando se acaba el año y, de hecho, nuestros compañeros de Xombit Games ya eligieron lo más destacado de 2014. Yo voy a optar por otro tipo de listado, no con lo mejor de estos últimos doce meses, sino con títulos que han llamado la atención en algún aspecto y que han aportado cosas interesantes.

Porque lo cierto es que la calidad no ha abundado demasiado en 2014, que ha sido un período bastante flojo en lanzamientos. El conocido portal Metacritic presentó un informe que señala que el 2014 ha sido el peor año para los videojuegos desde 2006. Las estadísticas no siempre resultan fiables, y el estudio se basa en las notas puestas por los medios, pero creo que en este caso no hacen más que confirmar lo que es una impresión muy extendida entre la comunidad de aficionados. De todas formas, esto fue lo mejor del 2014 según los números:

Así que vamos a destacar cinco juegos, cada uno por motivos completamente diferentes, pero que creo que nos dibujan una imagen bastante clara de que ha sido este 2014. A veces los títulos que más nos tienen que decir no son los venden mucho o reciben buenas críticas, sino aquellos que han marcado una diferencia… para bien o para mal. Aquí empieza el listado:

Lo clásico, bien hecho: Super Smash Bros.

Paradójicamente, empezamos una lista que no pretende ser de lo mejor del 2014 con uno de los juegos más aclamados del año. Encuentro Super Smash Bros. muy interesante porque se trata de un título que ha salido tanto para Nintendo Wii U y Nintendo 3DS casi a la vez. Es un buen ejemplo de cómo desarrollar un juego para dos consolas muy distintas manteniendo la calidad pero, sobre todo, me parece una oda al trabajo bien hecho: un título de lucha clásico, de lo más divertido, técnicamente impecable y tan accesible para los novados como profundo para los veteranos.

Además, Nintendo demuestra cómo hay que hacer una secuela. La clave está en no agobiar al jugador con entregas anuales, y en lanzar los nuevos capítulos cuando estén listos. Super Smash. Bros es un juego sin estridencias, bien hecho y en el que prima la diversión directa. Tal vez durante otro año no hubiera brillado tanto, sobre todo al salir en una consola moribunda como la Nintendo Wii U. Pero en un período flojo como el 2014 ha demostrado que se puede triunfar con fórmulas tradicionales si en el producto se pone el mimo necesario.

Innovando como se debe : Monument Valley

Hace unas semanas escribí un artículo que explicaba que Monument Valley es un candidato muy serio a juego del año. Se trata de un juego de puzzles con una estética cuidadísima, que es más una experiencia sensorial que un juego tradicional. La verdad es que la propuesta tampoco resulta revolucionaria en todos los aspectos, pero nos enseña que, cuando un videojuego se concibe específicamente para smartphones y tablets, estas plataformas pueden ofrecer experiencias de calidad. Alejadas de lo que ofrece una videoconsola tradicional, sin duda, pero que resultan igualmente interesantes y divertidas.

Lo cierto es que el juego resulta muy corto (aunque lo bueno, si breve…) y puede no gustar a los que prefieran productos más comerciales. También hubo quejas por su precio elevado, pero yo creo que no se trata de un fallo, sino de una virtud. Es hora de que los que juegan en smartphones y tablets comprendan que los productos de calidad tienen un coste. Un juego de consola cuesta 70 euros porque ofrece mucho, uno de móvil suele ser pobre en ciertos aspectos porque se ve obligado a poner un precio de venta por debajo de los 10 euros… ¡aunque mucha gente sólo lo bajará si es gratis!

Lo peor del videojuego actual: Assassin’s Creed Unity

La verdad es que Assassin’s Creed Unity no me parece un videojuego malo, y la crítica especializada tampoco lo piensa. Pero se trata de un ejemplo de cómo las ansias de ganar dinero de una empresa pueden destrozar un título aparentemente sólido. De los Assassin´s Creed se puede criticar que todos los años salga una entrega y agobie a los jugadores con pequeñas variaciones de una misma fórmula, sin apenas innovar. Eso resultaría aceptable si no fuera porque el desarrollo de software sufre en muchas ocasiones retrasos. El resultado es que la edición de este año salió sin terminar, con bugs escandalosos y un framerate lamentable. Luego llegaron parches y parches para arreglar el desaguisado, pero el daño ya estaba hecho.

A eso hay que sumar que el juego tenía muchos contenidos de pago adicionales (algunos se han cancelado) y que Ubisoft levantó tan tarde el embargo sobre los análisis de la prensa que hubo incautos que compraron una copia sin conocer todos sus fallos. Aunque reitero que el juego no es malo (quizá peca de poco arriesgado, algo normal en las super producciones), lo cierto es que representa un ejemplo perfecto de todo lo que funciona mal en la industria del entretenimiento interactivo.

A contracorriente: The Witcher 3

La verdad es que The Witcher 3 es un juego que sólo tiene sentido mencionar tras el desastre de Assassin’s Creed. No sabemos si va a estar a la altura de las expectativas, pero por ahora sus creadores han demostrado cómo se deben hacer las cosas: ha sido retrasado dos veces para que salga en buenas condiciones, en la última ocasión para eliminar bugs. Además, va a contar con contenidos descargables, pero no tendrán ningún coste, así que nadie podrá decir que le han vendido un juego incompleto para luego sacarle más dinero por el resto.

La verdad es que el título parece ambicioso jugablemente, luce unos gráficos sensacionales y ha levantado mucha expectación. Pero eso no se trata de lo importante, creo que su mayor virtud es que demuestra que se puede hacer una super producción de una forma distinta: sin entregas anuales lanzadas a toda prisa, sin contenidos descargables para exprimir al consumidor y sin sacar el juego en Navidad a toda costa. Sin duda, The Witcher 3 representa un modelo a imitar.

Una fórmula distinta: Destiny

La verdad es que no me siento demasiado autorizado a juzgar un juego tan ambicioso como Destiny por haber pasado poco tiempo con él. Pero, a pesar de que no me gustan los títulos multijugador, puedo entender lo que ven en él muchos aficionados. Es un título de disparos multijugador con un interesante componente narrativo (aunque la historia es pobre), que aporta bastantes nuevas ideas, o al menos mezcla con mucho acierto distintas influencias. Además, se trata de un buen ejemplo de que se puede apostar por nuevas franquicias grandes, y no sólo depender de secuelas de propiedades intelectuales consolidadas.

La verdad es que, siendo Activision la editora detrás de Destiny, veo claro que nos esperan entregas anuales para exprimir hasta el último dólar que se pueda sacar. Pero creo que se trata de un título interesante, que demuestra que un juego ya no es solo la experiencia que aporta el software, sino que la comunidad de jugadores resulta una parte clave de lo que nos ofrece. No estamos ante el mejor título del año, pero creo que vale la pena destacar esa forma de hacer las cosas a su estilo.

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Hasta aquí llega mi listado, en el que no todos los juegos son muy buenos (The Witcher 3 ni ha salido), pero sí que nos han transmitido algo a los aficionados durante el 2014. Algunos no han brillado demasiado, pero sí que nos dibujan de una forma muy clara a dónde se ha dirigido la industria del ocio electrónico durante estos 12 meses.

¿Qué opinas de estos juegos? ¿Te parecen elecciones adecuadas, o crees que hubo otros que marcaron más el año?