¿Un futuro en el que nadie posea un coche? Es lo que van a lograr los vehículos autónomos

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Google car

Normalmente, asociamos el futuro con la abundancia, sobre todo cuando hablamos de tecnología. Nadie podría pensar que nos alegraríamos de no tener coches, pero lo cierto es que no faltan motivos para ello: salen caros tanto en el momento de su compra como en el día a día, dan bastantes dolores de cabeza (buscar aparcamiento, hacerles reparaciones) y perdemos mucho tiempo conduciendo, durante el cual corremos el riesgo de sufrir un accidente.

En este artículo veremos como el futuro pasa por deshacerse de los coches privados y pasar a depender, en la inmensa mayoría de los casos, de taxis autónomos que no requieren un conductor, y que nos llevarán a donde necesitemos. No hablamos de un concepto que se vaya a hacer realidad a corto plazo, pero comprobaremos que muchos factores se están combinando para que nuestra forma de transportarnos en las distancias cortas cambie radicalmente.

El coche autónomo se acerca

Ya hemos realizado un análisis del estado actual del desarrollo de los coches autónomos, y parece que van a camino de transformarse en una realidad sólida. Google trabaja en ellos, fabricantes como Ford o Mercedes no se quieren quedar atrás, y los rumores apuntan a que Apple está desarrollando un automóvil, aunque no sabemos de qué tipo. Empresas muy grandes han puesto sus ojos en este sector, y eso va a dar lugar a resultados, tarden más o menos tiempo. El primer paso serán los vehículos que conduzcan de forma autónoma bajo supervisión humana, pero en algún momento llegarán los que no requieran ningún tipo de vigilancia.

Sin duda, las ventajas del coche autónomo serán numerosas: se reducirán los accidentes hasta casi desaparecer, el tráfico debería volverse más fluido ante una regulación automática de las prioridades de paso, las velocidades máximas se podrían aumentar…

Coche eléctrico Renault

Pero, cuando un coche es capaz de irnos a buscar a donde se lo pidamos, y marcharse por él mismo si no lo necesitamos más, resulta lógico pensar que tal vez no resulte imprescindible tenerlo en propiedad. Los taxis no son una opción para muchos porque un taxista tiene que cobrar un sueldo, y eso encarece su precio final, pero eliminando al empleado de la ecuación se podrían bajar los costes de un sistema de este tipo de manera considerable.

Uber como modelo

Está claro que la idea de que nos lleven y nos traigan de los sitios nos gusta. Así nos olvidamos de buscar aparcamiento, ahorramos tiempo y nos despreocupamos del tráfico. Para darse cuenta de esto sólo hay que pensar en Uber, el sistema de taxis colaborativo. Pedimos que nos recojan desde el smartphone y en unos minutos un conductor nos transporta a donde queramos ir. El pago se hace desde el móvil, sin necesidad de que llevemos suelto encima, y la calidad del servicio suele ser alta.

El precio elevado de los taxis, protegidos por rígidas regulaciones en España, había evitado que esta forma de viajar se popularizase. Pero ha llegado Uber para demostrar que existe una gran demanda. Si el coche nos viniera a buscar sin conductor, los precios bajarían mucho más. Además, si los vehículos pertenecen a una empresa, se pueden ajustar incluso más los costes, pues se pondría en la carretera una cantidad de coches que haga que estén ocupados la mayor parte del tiempo, aumentando su productividad.

Sin embargo, surge un problema bastante preocupante. ¿Los ciudadanos respetaríamos un coche que nos venga a recoger sin un conductor que lo vigile?

El problema de lo público

Coche de Google

Todos sabemos que determinadas personas no cuidan como es debido de aquellas cosas que no son de su propiedad, y es fácil imaginar que los automóviles podrían acabar con los asientos destrozados y llenos de basura tras un par de servicios. Lo que pasa es que la idea de que no vamos a estar vigilados porque no haya conductor está fuera de lugar en nuestra sociedad interconectada. Unas cámaras de seguridad es todo lo que necesitamos para disuadir a los usuarios poco cívicos.

En el caso de que a un cliente le llegase su coche en mal estado, sólo tendría que reportarlo para obtener otro. Entonces se revisarían las grabaciones, y se descubriría quién ha dado mal uso al vehículo. Dado que el usuario estaría identificado en todo momento (ya que el pago se realizaría desde la app con la que se piden las recogidas) sería de lo más sencillo cargarle los costes de la reparación. Seguro que al vándalo se le quitan las ganas de las gamberradas y, si no paga la indemnización, se le puede suspender el acceso al sistema.

Nadie poseerá un coche en el futuro

A nadie le gusta pensar que los taxistas van a perder su trabajo, pero es inevitable. Que la tecnología va a reducir los puestos disponibles en las próximas décadas se ha vuelto más que evidente, pero este problema les toca resolverlo a los economistas y a los políticos. Lo que está claro es que las máquinas van a hacer nuestro día a día más cómodo, permitirán aprovechar mejor los recursos y nos harán más eficientes.

Nadie querrá tener un carísimo coche si puede ir de un lado a otro en un taxi autónomo barato, rápido y cómodo. El tiempo del viaje lo tendremos libre, no sufriremos el estrés del tráfico, nos olvidaremos de tardar 20 minutos en aparcar a cinco manzanas del edificio al que queremos ir… Por otro lado, gracias este sistema se debería disminuir el número de vehículos en las calles, ya que cada uno de ellos puede dar servicio a gran cantidad de ciudadanos. Es de suponer que serán máquina eléctricas, por lo que además reduciremos la polución.

Coche autónomo Mercedes-Benz F 015 Luxury

La verdad, puede parecer que estas ideas resultan un tanto especulativas, pero las piezas para que un sistema como este se haga realidad las están poniendo empresas de la talla de Google o Mercedes. Si los políticos se muestran dispuestos a crear un marco regulatorio adecuado, en un par de décadas muchas personas podrían llegar a la conclusión de que ser dueños de un automóvil es una forma innecesaria de malgastar su dinero. ¡Y todos nos beneficiaremos de ello!

¿Qué opinas de este tema? ¿Crees que hay futuro para una plataforma de transporte urbano basada en taxis autónomos, o piensas que todavía hay que trabajar mucho en este campo antes de dar por hecho que se va a convertir en una realidad?

Archivado en Coches, Coches autónomos, Motor
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