El coche de Apple es un tema que se comenta desde hace muchos años, pero que en los últimos tiempos parece que podría volverse una realidad. Lo cierto es que compañías como Google se han interesado por el desarrollo de la conducción autónoma (sin conductor), pero nadie apuesta porque vaya a meterse en el mundo del motor como fabricante. Sin embargo, los rumores apuntan a que la empresa de Tim Cook podría lanzar su “Apple Car” o “iCar”, a pesar de que todavía no ha realizado declaraciones al respecto.
En este artículo veremos que Apple debe buscar nuevos negocios si quiere seguir creciendo, y que sería factible que lanzara un coche. También analizaremos el riesgo que le supone meterse en un mercado que no conoce, e intentaremos averiguar qué podría aportar la marca frente a los fabricantes de coches actuales. Por último, veremos que a Apple le vale la pena correr este riesgo, porque parte de una posición muy ventajosa. Así que demos comienzo a nuestro análisis:
La tecnología ya no es suficiente
La marca de la manzana hace poco llegó a superar los 700.000 millones de dólares en bolsa y fue por momentos la empresa más valiosa del mundo. Obviamente, las cosas le van muy bien, pero la lógica capitalista dicta que una compañía siempre debe seguir creciendo, aunque ya sea gigantesca.
Y lo cierto es que en el sector de la tecnología la posición de Apple resulta tan fuerte que parece difícil que pueda crecer mucho más. Si lo hiciera, debería enfrentarse a rivales muy duros como Google o Microsoft, que en sus negocios son muy buenos. Quizá por eso la marca ha presentado el Apple Watch, un reloj inteligente que es más un accesorio de moda que un gadget. La firma quiere aprovecharse de su gran prestigio para introducirse en el mundo del lujo.
Dado que otras novedades como el lanzamiento de una televisión inteligente parecen avanzar lentas, me parece normal que Apple desee aventurarse con un coche. Tiene fama de compañía innovadora y ha conseguido revolucionar muchos sectores. Sus clientes son muy fieles, y el aura de exclusividad de la marca le permitiría posicionar al instante sus vehículos en la gama alta, compitiendo con compañías del nivel de BMW o Mercedes-Benz.
Pero Apple no sabe nada de coches
Lo que resulta innegable es que la compañía dirigida por Tim Cook no tiene ni idea de cómo funciona la industria del motor. Parece que quiere solucionar este problema cuanto antes, porque ha contratado a cientos de profesionales con experiencia en el mundo automovilístico. Desde luego, con la llegada de tantos nuevos empleados (algunos de perfil muy alto), queda claro que la apuesta por un coche propio no es sólo un rumor sin fundamentos.
Por otro lado, no podemos descartar que Apple haya pensado en adquirir una empresa con más experiencia. Por ejemplo, Tesla Motors tiene (por ahora) un tamaño más o menos asumible, así que se podría plantear una compra o un acuerdo de otro tipo. Lo que parece poco probable es que Apple decida abrir sus propias líneas de producción, es de esperar que intente seguir el modelo que usa con la tecnología y subcontrate a terceros la construcción final de los vehículos.
¿Innovación o postureo?
La pregunta que surge es cuál sería la “innovación” con la que Apple nos querría vender su “revolucionario” nuevo coche. Casi podemos dar por hecho que será un vehículo eléctrico, pero lo cierto es que eso sabe a poco. Desde luego que se integrará con los demás gadgets de la compañía, y seguro que usará la tecnología de muchas formas ingeniosas. Pero, a no ser que Apple guarde algún as bajo la manga, sólo hay una cosa con la que nos puede dejar con la boca abierta: un verdadero coche autónomo.
Ya hemos comprobado que se acercan coches del todo automáticos, que no necesitan conductor, pero su desarrollo aún está en sus fases iniciales. Apple podría ser la marca que impusiese este sistema, aunque desde luego representa un reto técnico complejo, que también requerirá que las normas de tráfico se adapten a la nueva realidad.
Desde luego, la gran decepción sería que el coche de Apple destacase sobre todo por pertenecer a una marca que otorga prestigio. Ya sabemos que la compañía cada vez se orienta más al mercado del lujo y que si vende coches serán de gama alta, con un considerable sobreprecio frente a sus rivales. Pero lo deseable es que no paguemos sólo por el símbolo de estatus social y que realmente se presenten innovaciones que justifiquen que una empresa dé un salto tan grande de la tecnología al mundo del motor.
Un riesgo que puede correr
Lo cierto es que Apple se puede permitir el riesgo de aventurarse en esta nueva industria. Obviamente, si falla, será un duro varapalo. Pero tampoco representará el fin de una empresa que genera una gran fidelidad y con una enorme cantidad de efectivo disponible. Considero que, aun fracasando en el sector automovilístico, el negocio tecnológico no tiene porque verse afectado de una manera grave.
Pero realmente creo que este riesgo se puede asumir porque el mercado siempre ha mostrado un gran entusiasmo por las nuevas propuestas de Apple. Se esperan con expectación, generan ventas enormes aunque el producto no resulte nada extraordinario, se forma una leyenda a su alrededor… Tengo claro que muchas personas estarían dispuestas a hacerse con un coche de Apple, así que yo creo que, si la empresa quiere seguir creciendo, debe buscar nuevos mercados, y el de la automoción resulta uno bastante interesante.
Mi apuesta personal es que habrá un “Apple Car”, aunque tardará un poco. Si de verdad es un coche autónomo, revolucionará la industria y acelerará la adopción de este sistema. De lo contrario, nos encontraremos ante un producto de postureo, pensado para ser una muestra de poderío económico, pero que realmente no innovará mucho. Ojalá me equivoque y Apple aporte grandes cosas al mundo del motor, porque yo creo que no sólo tiene sentido que lance un automóvil, sino que lo veo inevitable a medio plazo.
¿Qué opinas de este tema? ¿Crees que la marca de la manzana puede triunfar con un coche, o consideras que su falta de experiencia al respecto le puede jugar una mala pasada?