El sistema de permisos para aplicaciones es casi como un regalo para lo desarrolladores de las distintas plataformas actuales, aunque no funciona igual en todos los sistema operativos. Sin embargo, la mayoría de usuarios no sabe de su existencia o no les interesa, y cuando realmente se preocupan por esto ya es demasiado tarde.
Hay muchas aplicaciones que acceden a datos que realmente no necesitan, como acceder a nuestra ubicación en todo momento o al historial de búsquedas del navegador, mayoritariamente con fines publicitarios o comerciales. Sin embargo, también hay aplicaciones que en secreto controlan tu teléfono móvil y para cuando te das cuenta tu factura de telefonía móvil está por las nubes.
El sistema de permisos en cada plataforma
Seguramente tú, que estás leyendo este artículo, procedas igual que la mayoría de usuarios a la hora de instalar aplicaciones, ignorando completamente la lista de permisos que solicita y dándole a aceptar sin más. Para qué os voy a engañar, yo hacía lo mismo hasta que fui testigo de un verdadero problema con una aplicación (más adelante os lo contaré).
Aunque en todas las plataformas el sistema de permisos no funciona exactamente igual, hay bastantes similitudes, pero las diferencias existentes residen básicamente en cuándo y para qué pide permisos la aplicación. Los usuarios de Android saben de sobra que cuando quieren instalar una aplicación, tienen que aceptar una serie de permisos solicitar por la aplicación. En iOS, la aplicación no pide que aceptes nada al instalar, pero en cambio te pide que aceptes los diferentes permisos a medida que la aplicación los va necesitando o intentando utilizar.
El caso de las aplicaciones Modern UI de Windows y las apps de Windows Phone es como una mezcla de ambos, se trata de un sistema híbrido. A veces el sistema te pide que aceptes los permisos solicitados al instalar la aplicación, y otras solo cuando esta va a hacer uso de ellos. A veces incluso se limite a informarte de que la aplicación está, por ejemplo, haciendo uso de la conexión a Internet sin pedirte permiso.
Aun así hay que aclarar que en este caso concreto, el de pedir permiso para hacer uso de la conexión a Internet, el único sistema que lo hace es Android, ya que en el resto de plataformas esto se da por hecho. Quizás el motivo por el cual el sistema operativo de Google es el único que simplemente te pide que aceptes los permisos al instalarlo, es la gran cantidad de permisos existentes. Sería muy molesto para el usuario que se le preguntase a cada rato si desea permitir X acción, aunque esto no quita que lo haga más inseguro.
Tal y como están planteados, el sistema de permisos no parece ser todo lo eficaz que debería ser en ninguna de las plataformas, pero si hay una donde más falla, en mi opinión es en Android. No me refiero a que falle a nivel de código, sino a que al igual que nadie o casi nadie se lee los términos de uso al instalar cualquier cosa en su PC, poca gente se preocupa por los permisos de las apps y Android se limita a decirte qué puede y no puede hacer al instalarla.
Revisa los permisos que necesita una aplicación
Lo ideal al instalar una aplicación es revisar todos los permisos que te está pidiendo, y de los que va a hacer uso antes o después, y si ves algo raro decidir por tu cuenta si quieres instalarla o no. En el caso de aplicaciones muy famosas, como es por ejemplo la de Facebook o Whatsapp, quizás no te importe que te pidan algún permiso extra o que utilicen el servicio de localización continuamente para no perder el acceso al servicio.
Dentro del campo de la privacidad de los datos contenidos en el teléfono móvil, hay quienes se preocupan mucho porque ninguna empresa tenga datos sobre sus costumbres, sitios que más frecuenta o la forma en que utiliza el teléfono móvil en general. Obviamente, también hay gente a la que le importa poco, por no decir nada, que estos datos vayan circulando de una a otra organización con fines, casi siempre, publicitarios o comerciales.
Sin embargo, hay algo por lo que sí debéis preocuparos, y es cuando una aplicación puede suponer un gasto económico importante. Es cierto que es difícil encontrar una aplicación dedicada a la estafa en una tienda de aplicaciones oficiales, pero tampoco es imposible. Hace poco a un amigo mío se le instaló (todavía no sabemos cómo) una aplicación sin nombre, cuyo objetivo era realizar llamadas constantes a números premium. El resultado fue de un total de 80€ en llamadas que la propia aplicación había realizado por su cuenta, y esto gracias a que solicitamos el bloqueo de dicho servicio a la operadora, ya que él se dio cuenta un día después de que empezara. Buscando por Internet encontramos gente con casos similares y facturas que ascendían a los 1.000€ o 2.000€.
Por ello me gustaría recomendar, ya que las operadoras no bloquean este tipo de servicios por defecto (SMS y llamadas premium) para así poder lucrarse en estos casos, que seáis vosotros mismos los que pidáis que apliquen esto a vuestras líneas de teléfono. Quizás no os importe la privacidad de vuestros datos, pero seguro que no os gustaría encontraros con una factura como las que he mencionado.