Cuando los que escribimos en Internet hablamos de “el jefe” no nos solemos referir a la persona de la que recibimos órdenes, sino al todopoderoso Google. Todo lo que queramos transmitir a nuestros lectores ha de contar con el visto bueno del buscador, de lo contrario nuestro trabajo se complica. Podría parecer que Google quiere lo mejor para Internet y que debería poner reglas lógicas y fáciles de cumplir, pero no siempre es así. Millones de blogs se ven obligados a cambiar su visión por complacer a una empresa que nunca ha oído hablar de ellos.
Así que vamos a comprobar qué influencia tiene Google sobre los medios de Internet, descubrir que resulta casi imposible librarse de ella y, después analizaremos por qué la forma en que Google nos obliga a escribir no siempre es buena para los lectores. Por último, comprobaremos que la marca del buscador está moldeando Internet a su gusto… que no tiene porque coincidir con el de los consumidores de contenidos. Empieza nuestro recorrido:
No se puede huir de Google
A día de hoy resulta inconcebible que un blog salga adelante sin Google. Por un lado, sus sistema de anuncios AdSense es la única fuente de ingresos de muchas páginas, especialmente las pequeñas, que no cuentan con recursos para buscar anunciantes por su cuenta. Pero el verdadero dominio de la multinacional es debido a su buscador.
Una parte muy importante del tráfico de los medios digitales procede de búsquedas de Google, por lo que resulta de importancia capital cumplir con los requisitos de Google para salir arriba en la lista de resultados. Incluso muchos de los lectores habituales, que entran a la página directamente, la han encontrado en su momento mediante Google. La verdad, no resulta nada fácil atraer tráfico de otras maneras.
Obviamente, un blog vive de la publicidad, no se puede permitir poner anuncios para ganar lectores. Las redes sociales ayudan a llegar al público, pero no todas las temáticas consiguen que los usuarios compartan los contenidos con frecuencia, y página como Facebook limitan el alcance de los artículos… a no ser que se pague. Así que se vuelve necesario aparecer en la búsqueda de Google para que un medio digital pueda salir adelante, y para conseguir eso hay que seguir las reglas de Google.
La virtud de la brevedad
Algunas exigencias de Google no están fuera de lugar: la marca filtra por palabras clave para clasificar y exige una cierta calidad del contenido, como que no esté plagado de faltas de ortografía. El problema es que, a la hora de valorar si una web vale la pena o no, considera que uno de los factores que determinan la calidad es el número de palabras de un artículo o una noticia. Normalmente calidad y cantidad no tienen nada que ver, pero Google cree que resulta necesaria una cierta extensión para tratar un tema correctamente.
Por desgracia, eso no siempre es así. En Xombit analizamos distintas temáticas con una cierta profundidad, así que necesitamos alargarnos para tratar cada asunto de forma correcta. Sin embargo, en otros casos un par de líneas son más que suficientes para dar una noticia concreta, y Google lo que hace de esta manera es obligar a que determinados artículos se transformen en puro relleno. Google no distingue el contenido relevante del relleno, pero a un lector no le agrada perder su tiempo.
Hay determinados medios en los que una cierta extensión tiene sentido: en un periódico generalista es bueno explicar el contexto de la actualidad, porque el público puede no conocer el asunto. Pero muchos blogs se especializan en campos concretos, y sus lectores conocen los temas que tratan. Así que una noticia debe contar justo lo necesario para no aburrir al lector, no dar mil vueltas que no aportan nada. Sobre todo porque determinados sectores generan docenas de novedades al día, y resulta verdaderamente pesado que en cada una ellas se nos expliquen las mismas cosas.
Los vídeos representan otro ejemplo, en muchos casos el vídeo es todo el contenido que nos interesa, pero Google obliga a que el artículo que lo acompaña lleve cuatro o cinco párrafos en los que no se nos cuenta absolutamente nada. ¿Eso es lo que entiende Google por calidad? Hay un refrán que dice que “lo bueno, si breve, dos veces bueno”, pero parece que la marca del buscador no lo conoce.
La censura de Google
Por si fuera poco, Google también decide qué contenidos pueden aparecer en los blogs y otras páginas. Si un medio depende de AdSense para su supervivencia, se puede olvidar de publicar cualquier tema mínimamente subido de tono. Ojo, no se trata de que esté prohibido el contenido explícito, sino directamente que existen determinadas palabras “sucias” que la publicidad de Google no acepta. No es de extrañar que ahora hasta trabaje en aplicaciones de Android para todos los públicos.
Con la excusa de que sus anunciantes no quieren aparecer en páginas de reputación dudosa, la puritana Google coarta la libertad de expresión de millones de personas, que quieren hablar de temas que no escandalizarían a nadie y son perfectamente naturales, pero que el sistema de AdSense prohíbe. De nuevo, el lector es el perjudicado, porque se pierde artículos curiosos, desenfadados o incluso didácticos por culpa de esta política.
Un Internet al gusto de Google
La influencia de Google en Internet resulta enorme, hasta el punto de que prácticamente cualquier página ha de plegarse a su voluntad, a pesar de que la empresa presume de promover la libertad en la red. Y así es como quiere Google que sea Internet: rebosante de relleno que no le interesa a nadie y muy mojigata. Desde luego que hay quien se rebela, y se puede ignorar en cierta medida a Google, pero todo se vuelve extremadamente complicado. Un proyecto serio no se puede permitir quedarse fuera del buscador más usado.
Así que vivimos en un Internet al gusto de Google. Como lector a veces olvido su enorme influencia, pero cuando escribo siempre la tengo presente, y entonces me doy cuenta que muchos de los vicios de los medios digitales son culpa de la marca del buscador.
¿Qué opinas de este tema? ¿Crees que las exigencias de Google para garantizar la calidad del contenido tienen una razón de ser, o consideras que al final son malas para Internet?