The Witcher 3, Skyrim, GTA V y otros juegos que nos agobian con demasiado contenido

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The Witcher 3

Recuerdo cuando jugué The Elders Scrolls IV: Oblivion, y me pareció una aventura muy normalita, a pesar de que la crítica le había puesto grandes notas. Sin embargo, cuando me pasé Fallout 3 quedé absolutamente sorprendido por la genial experiencia. Ambos son juegos de mundo abierto bastante similares, de una calidad enorme y con mucho contenido disponible. Que uno me gustara más que otro tiene mucho que ver con la forma en los que los disfruté: cuando me pasé The Elders Scrolls IV: Oblivion no tenía mucho interés en él, y sólo seguí la trama principal. En Fallout 3 dediqué unas 100 horas a descubrir secretos y a explorar su enorme escenario.

Desde entonces he evitado algunos grandes títulos como The Elder Scrolls V: Skyrim o Grand Theft Auto V porque los sandbox o juegos de mundo abierto pueden volverse experiencia geniales, pero exigen mucho al usuario. A veces queremos una aventura más asequible, sin complicaciones, directa… Así que vamos a analizar por qué algunos títulos se hacen poco apetecibles por ofrecer demasiado. Empieza nuestro viaje:

El agobio de lo enorme

Normalmente se considera que un juego lineal es peor que uno con muchas posibilidades, pero yo creo que se trata de una cuestión de gustos. Francamente, a mí me causa un poco de ansiedad pensar que estoy en un mundo abierto lleno de cosas por hacer, en el que me puedo mover con total libertad y al que he de dedicar decenas de horas. Igual es una percepción personal, pero es como encontrarse con una mesa llega de comida deliciosa, y no saber muy bien qué coger.

Grand Theft Auto V

Al final, como tenemos tanto que hacer, no hacemos nada. Es indudable que hay sandobox muy buenos, pero si sólo nos pasamos la historia principal no los aprovechamos por completo. Y no todo el mundo tiene ganas de explorar cada rincón de un mundo virtual. Francamente, he jugado títulos absolutamente lineales que divierten mucho: se centran en lo que quieren contar, y lo hacen bien. Otros títulos como Deus Ex: Human Revolution o Dishonored demuestran que se puede ofrecer libertad y muchas misiones secundarias sin un mundo abierto y sin hacernos perder montones de horas.

Mundo abierto y monotonía

Los juegos de mundo abierto tienen un problema que, a estas alturas, está claro que se puede disimular, pero no eliminar. Esa sensación de que, en vez de grandes héroes, somos recaderos que van de un lado a otro a petición de otros personajes. Y más de un juego de mundo abierto ha fallado con el problema de los viajes: debe permitirse ir de un lugar del mapa a otro lejano de forma rápida, pero sin eliminar la exploración por completo.

Por otro lado, determinados juegos empiezan a añadir fragmentos de baja calidad que aportan muy poco, sólo para aumentar su duración. Por ejemplo, en The Witcher 3: Wild Hunt se diferencian con claridad las misiones que nos quieren contar algo de aquellas que son puro relleno. No es que están mal, pero tampoco creo que resulten necesarias. Por no hablar de títulos que nos aburren con objetos coleccionables para recoger. Si un juego puede ofrecer 50 horas de contenido de calidad, que ya es mucho… ¿por qué añadir otras 50 horas menos buenas?

Imagen del videojuego The Elder Scrolls V: Skyrim

El tiempo es oro

Seguramente, estaría encantado si tuviera 12 años y me regalaran The Witcher 3: Wild Hunt, porque me divertiría durante varios meses sin tener que molestar a mis padres intentado que me compren otro juego, que están muy caros. Pero la mayoría de los aficionados al entretenimiento electrónico tienen obligaciones que atender, y el número de horas que pueden dedicar al ocio se encuentra limitado. Así que, ante este tipo juegos enormes, deben decidir si juegan sólo la historia principal y no lo disfrutan como es debido, o si se lo pasan por completo, dejando de lado cualquier otro título durante meses.

Muchas personas harán como yo: se pensarán mucho a la hora de comprar un sandbox, y acabarán por ignorar más de uno por la excesiva cantidad de contenido que incluyen. Yo he dado una oportunidad a The Witcher 3: Wild Hunt porque tengo una PlayStation 4 y no hay muchos juegos con los que la pueda aprovechar, pero cuando salieron Grand Theft Auto V y The Elder Scrolls V: Oblivion se ofrecían tantas propuestas atractivas en el mercado que no quise saltarme cuatro o cinco juegos excelentes por un sandbox enorme, aunque se trate de un buen juego.

El sandbox no es para todos

No puedo negar que hay grandes sandbox en el mercado, ni que he disfrutado mucho de algunos como Red Dead Redemption. Los problemas como el agobio ante tanto contenido o la monotonía de ciertos momentos no resultan determinantes, pero el hecho de que exijan demasiadas horas para disfrutarlos de verdad sí representa un problema. Me da pena no jugar títulos que sé que son maravillosos, pero creo que al final vale la pena dedicarle el tiempo a varios juegos pequeños y no a uno gigantesco. Desde luego, estas Navidades me costará decidir si voy a comprar Fallout 4 o ignoraré esta aventura con tan buena pinta.

Imagen del videojuego Fallout 4

Pero la realidad es complicada, y en el mercado a veces aparecen muchísimos juegos buenos al mismo tiempo. No siempre podemos pasarnos todos, así que hemos de tomar decisiones difíciles. Y yo tengo una cosa clara, me gustan las aventuras de mundo abierto, pero no están de primeras en mi lista de prioridades.

¿Qué opinas tú de este tema? ¿Para ti un buen sandbox es lo mejor que le puede pasar a un jugón, o también te agobia una cantidad tan grande de contenido?

Archivado en Grand Theft Auto V, The Elder Scrolls V: Skyrim, The Witcher 3, Videojuegos
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