Muchos expertos afirman cada vez con mayor convicción que el ser humano ha convertido a los mares y océanos en vertederos gigantes, aunque no se conoce la gravedad de la situación exactamente. Sin embargo, durante los últimos años y analizando la cantidad de residuos que llegan a las costas de diversos países, se ha llegado a la conclusión de que el problema podría ser realmente grave.
La cantidad de deshechos que contiene actualmente las grandes masas de agua de la Tierra, podría ser mucho mayor que la que habría flotando, es decir, como con los icebergs, el problema de la contaminación marina puede ser monstruosamente mayor de lo que se aprecia desde la superficie. En la siguiente imagen se muestra la cantidad de residuos plásticos que los distintos países del mundo tenían listos en 2010 para ser enviados al mar.
Se trata de una situación insostenible que puede tener consecuencias catastróficas a largo plazo para la vida en la Tierra, de no hacer nada para remediarlo. De hecho, National Geographic afirma que cada año ocho millones de toneladas de residuos plásticos van a parar a los mares y océanos, y la cifra van en aumento.
Ahora, un hombre holandés de tan solo 20 años está liderando uno de los esfuerzos más ambiciosos para limpiarlos, y pasa por reducir a la mitad la cantidad de residuos total en una década. Se llama Boyan Slat, y su plan es dejar que la limpieza se efectúe de forma “automática”.
Este consiste en colocar enormes barreras flotantes en todos los giros oceánicos del mundo, que son básicamente grandes sistemas de corrientes marinas rotativas, relacionadas con el movimiento de rotación terrestre y la fuerza centrífuga causada por dicho movimiento. Así los propios residuos fluirían de forma natural por la fuerza de las corrientes hasta ser capturados.
Además, estas barreras no serían redes en las que puedan quedarse atrapados los animales, sino que las corrientes marítimas fluirían por debajo de las mismas y con ello los propios seres vivos, dejando en la superficie todos los residuos flotantes acumulados para facilitar su posterior recolección.
Este sistema de limpieza de océanos se pondrá en marcha por primera vez en 2016, y se planea que la primera ubicación sea cerca de la isla Tsushima de Japón. Tendrá un ancho de casi dos kilómetros y será considerada la estructura flotante más larga jamás colocada en el océano. Si todo sale según lo planeado, esta sería la primera de muchas que tendrían que ser colocadas en diversas partes del planeta para lograr combatir la enorme cantidad de deshechos.
The Ocean Cleanup | Página web del proyecto