Un tema esencial a la hora de emprender y de crear una startup es el tema económico. Sin dinero no podemos hacer nada de provecho y es imposible crecer. Los gastos necesarios para formar una empresa son mínimos, pero lo complicado viene cuando necesitamos capital para realizar determinados proyectos que requieran una inversión más elevada de dinero.
A simple vista puede parecer que cuanto más dinero y más inversores tengamos mejor para nosotros, ya que a fin de cuentas lo que queremos es dinero para poder realizar nuevos proyectos y seguir creciendo como empresa. La realidad no es tan sencilla, ya que un numero demasiado elevado de inversores puede provocar que estos no tengan un porcentaje demasiado significativo de nuestra empresa. El problema que se deriva de ello es que los inversores no tendrán incentivos para implicarse en la empresa y no tomarán buenas decisiones.
Situaciones posibles y peligros derivados
Muchos inversores
Imaginemos que tenemos un escenario donde la compañía no va demasiado bien, que no cumplimos objetivos, la competencia es mejor que nosotros o el mercado está estancado. Es un escenario posible, ya que todas las compañías tienen altibajos, pero ningún inversor estará suficientemente motivado para ayudar a la empresa a salir de esta situación.
Hay dos motivos por los que esto puede pasar. En primer lugar, nadie habrá tomado una responsabilidad con la empresa, ya que al tener otros inversores comiendo del pastel, lo más probable es que todos se laven las manos y confíen en que alguno de los otros intente rescatar a la empresa. En segundo lugar, si nos encontramos en tiempos difíciles, seguramente estos inversores estarán pensando en las otras empresas en las que han invertido. Su dinero y tiempo estará más centrado en aquellas empresas en las que han invertido más dinero o en las que tienen un porcentaje más elevado de participación.
Ahora pensemos en otra situación en la que nos encontramos en una posición muy buena tanto como empresa como en sector. Los inversores intentarán luchar por conseguir una mayor proporción de la compañía, por lo que habrá una lucha interna por ello. Si queremos conseguir un poco más de financiación mediante un inversor externo, la cosa ya se complica, porque los que ya tenemos ahora harán presión por intentar mantener la cuota que ya tienen.
Solo un inversor
Es muy común tener solo un venture capitalist que haga la inversión. La mayoría de empresas de capital riesgo quieren como mínimo un 20% de la compañía, por lo que intentar traer a otros puede llegar a ser muy caro. Antes de empezar a trabajar con el inversor, tenemos que asegurarnos muy bien de que lo conocemos, así como hacer una revisión de antecedentes.
El caso más común es que el socio que consiguió el trato abandonase la compañía. Si por ejemplo nuestro inversor está al límite de dinero para financiarnos lo más probable es que pierda confianza en nosotros, así que las opiniones entre él y nosotros serán diferentes así como las estrategias a seguir o saber como manejar situaciones en tiempos difíciles. La única manera de salir de esta es intentar encontrar nuevos inversores que vengan desde fuera.
Dos inversores
Suele ocurrir bastante, y es que encontrar dos inversores para financiar un proyecto es bastante tentador, ya que se trata de un escenario bastante deseado. Puedes conseguir todos los beneficios de muchos inversores sin tener que asumir las consecuencias negativas. Es mucho más probable que dos inversores decidan darte un poco más de dinero, puesto que al fin y al cabo van a pagar la mitad.
El problema principal ocurre por culpa de la repartición de la compañía. Casi todos los inversores quieren tener la propiedad de un 25-33% de la compañía, así que nuestra propiedad se verá reducida en un 50% nada más empezar, y eso es mucho.
En conclusión, antes de empezar a recibir financiamiento para nuestra startup, debemos mirar muy bien hacia donde queremos ir y saber la cantidad exacta de inversores que necesitamos para no encontrarnos en conflictos de intereses con nuestros inversores. Podemos argumentar distintas cosas en función de las necesidades que tengamos o dependiendo de las variables a las que les demos más o menos importancia.
No todo el mundo quiere o necesita todo lo que comporta escoger muchos inversores. Algunos son más reacios a dar poder a un grupo de inversores, ya que ello comporta reducir el poder que tienen los creadores de la compañía sobre ella. Otros, ven como tener un equipo detrás puede traer con ello una gran capacidad de explotar inteligencia y llevar nuevas ideas a la empresa. Todo depende de lo que estemos buscando con la financiación.
