Satya Nadella, el CEO de la compañía, ha anunciado que Microsoft va a despedir a 7.800 empleados de su división móvil, y que la multinacional reconocerá 7.600 millones de dólares de pérdidas como resultado de la compra de Nokia el año pasado. La economía con tantas cifras siempre resulta polémica y complicada para la gente normal, pero lo cierto es que uno no se puede quedar indiferente cuando se echa a la calle a miles de trabajadores mientras su empresa gana una fortuna trimestre tras trimestre.
Así que en este artículo vamos a echar una ojeada a la situación económica de Microsoft, veremos que la compra de Nokia ha traído más disgustos que alegrías y, por último, analizaremos si las medidas tomadas son éticas. Comienza nuestro repaso a la situación:
Una situación económica envidiable
No se puede decir que Microsoft se encuentre en la misera a día de hoy. Durante el año 2014 obtuvo beneficios por 27.800 millones de dólares, y en el primer trimestre del 2015 sufrió un pequeño bajón y “sólo” cosechó de 4.500 millones de dólares. La verdad es que la empresa se encuentra en una posición pivilegiada, dispone de una reserva de más de 90.000 millones de dólares en efectivo, y ha alcanzado un valor en bolsa de más de 350.000 millones de dólares. La verdad, parece un poco inmoral despedir a gente nadando en la abundancia.
Pero resulta innegable que no todo va bien para Microsoft. El mercado de los smartphones y las tablets es propiedad de Apple y Google, la empresa no ha conseguido una cuota aceptable pese a sus esfuerzos. El buscador Bing ha demostrado su incapacidad para rivalizar con el de Google, y la división Xbox de videoconsolas no va mal, pero flojea frente a la poderosa PlayStation. La empresa incluso va a regalar Windows 10 a los que posean un copia legal de Windows 7 o Windows 8, y la suite ofimática Office se ha vuelto más asequible que nunca.
Microsoft ve amenazados negocios muy importantes, aunque está claro que podrá sobrevivir gracias a sus clientes empresariales, y a los consumidores quiere ofrecerles servicios en la nube y aplicaciones móviles de calidad. Incluso la Microsoft Surface despega poco a poco en ventas. En general, el futuro de Microsoft presenta serias amenazas y grandes oportunidades. Eso significa que hay que hacer cambios, y los cambios a veces obligan a ejecutar despidos. Desde luego, la empresa no quiere esperar a perder dinero para echar a gente.
Nokia, un dolor de cabeza
La compra de Nokia, a pesar de que se realizó por menos de 5.500 millones de dólares, no parece estar dando resultados. Windows Phone sigue sin conseguir que su cuota de mercado aumente. Android vende mucho, los iPhone bastante menos pero con un gran margen de beneficios, y Microsoft se encuentra en una incómoda tercera posición. Microsoft ya realizó despidos en el pasado, unos 18.000 empleados, de los que 12.500 se trataban de trabajadores de Nokia que ya no hacían falta en la nueva estructura de la compañía. Satya Nadella, el actual CEO, no duda ni un momento en hacer recortes si lo ve necesario.
Pero lo cierto es que Windows Phone no ha despegado de todas maneras, así que se van a hacer otros cambios. Lo primero es integrarlo más fuertemente en el ecosistema único de Windows, como una especie de complemento de Windows 10. En el lado del hardware se lanzarán menos smartphones (eso reducirá los costes), pero más cuidados. Microsoft quiere tener cubiertos el segmento empresarial, la gama más alta y también la más baja con sus móviles, pero sin tantos dispositivos distintos.
Una empresa no es una ONG
Todos sabemos que la lógica del mercado capitalista es dura, y que los ejecutivos suelen tomar decisiones que afectan a las vidas de las personas porque no les cuadran los números en sus hojas de cálculo. Desde luego, Microsoft es una empresa sin piedad, no espera a que lleguen los malos tiempos para deshacerse del “lastre”. Hay quien pensará que resulta propio de una compañía miserable y quien creerá que no queda otra alternativa, ya que una empresa tiene que funcionar a pleno rendimiento para tener satisfechos a los accionistas, sus verdaderos dueños.
Los empleados que se expulsen en Estados Unidos seguramente encontrarán un nuevo empleo con facilidad, sobre todo los de perfil técnico. Con la baja tasa de paro del país norteamericano un despido no resulta tan grave como en España. En otros lugares como Japón un empleo tradicionalmente es para toda la vida, e incluso una firma tan importante como Nintendo tuvo que hacer recortes en contra de su voluntad, al igual que otra enorme como Sony. Claro que no es lo mismo perder dinero que ganar un poco menos.
Al final, los hechos son que Microsoft va a despedir trabajadores para mejorar su situación económica, que no es mala, pero podría empeorar. Si esto resulta aceptable o representa un escándalo depende bastante del concepto de empresa que tenga cada uno y de su ideología. Para mí una empresa es una entidad que debe tener diversos objetivos. Aparte del económico hay un factor social, ecológico, tecnológico y humano a considerar. Otras personas creen que lo único que debe hacer una empresa es ganar la mayor cantidad posible de dinero, y parece que Microsoft se aplica ese sistema.
Las regulaciones para proteger los derechos de los trabajadores van camino de desaparecer del todo para ofrecer la máxima flexibilidad a las organizaciones, así que parece muy poco probable que este tipo de despidos colectivos vayan a verse legalmente limitados en el futuro. Personalmente, no creo que lo que ha hecho Microsoft sea correcto, pero la verdad es que tampoco se podía esperar otra cosa. En el fondo, lo que nos dice Microsoft es que los smartphones se vuelven secundarios, y resulta difícil justificar los sueldos de 7.800 personas cuando sus servicios ya no resultan necesarios.
¿Qué opinas de este tema? ¿Microsoft ha hecho lo que debía, o es una empresa codiciosa a la que no le importa actuar sin ética?