A día de hoy, uno se puede encontrar cualquier cosa en las páginas de crowdfunding, desde increíbles juguetes basados en la biotecnología hasta botellas inteligentes que vigilan nuestra ingesta de líquidos. Hablamos de plataformas en las que los particulares pueden presentar una idea y pedir que el público general la financie, normalmente a cambio de determinadas recompensas. Ahora conocemos una campaña en Indiegogo para construir en la realidad una ciudad de El Señor de los Anillos. Desde luego, una propuesta que seducirá a los fans de la obra Tolkien.
Se trata de Minas Tirith, una de las localizaciones clave en El Señor de los Anillos, y que aparece en otros libros del autor. Ya te adelantamos que este proyecto resulta irrealizable, porque la cantidad de dinero necesaria es absurdamente alta. Pero el concepto me parece muy curioso, así que vamos a aprovechar para conocer la ciudad ficticia de Minas Tirith, profundizar en la delirante aventura de su construcción y analizar un poco este tipo de campañas de crowdfunding que buscan llamar la atención. Empezamos nuestro recorrido:
¿Qué es Minas Tirith?
Minas Tirith es una ciudad imaginaria de los libros de El Señor de los Anillos, que aparece fielmente retratada en las películas. Está construida en la ladera de una montaña, con un gran acantilado de piedra en su centro. Su inspiración proviene el Mont Saint-Michel en Francia, una isla-ciudad. La estrutura tiene un formato vertical, con siete niveles concéntricos, estando más arriba los anillos interiores. En su punto más alto alcanza 300 metros respecto a la llanura a sus pies. Se indica en El Señor de los Anillos que tenía 10.000 habitantes, aunque era en una época de decadencia, y podía albergar a más del doble de personas.
Minas Tirith representa una muestra del poder de los hombres frente a las demás razas de la Tierra Media, y está situada cerca del reino de Sauron, el tirano antagonista de la historia. A sus puertas tiene lugar una batalla clave del argumento de El Señor de los Anillos. El nombre de Minas Tirith, en uno de los idiomas ficticios de los libros, significa “Torre de Guardia”. No es el lugar más emblemático del universo de El Señor de los Anillos, pero quizá sí uno de los más imponentes por sus grandes dimensiones.
Un proyecto de 1.850 millones de libras
Está claro que construir una ciudad de 300 metros de altura para albergar a más de 20.000 personas no sale barato. Un grupo de arquitectos británicos, fans de lo obra de Tolkien, ha creado una campaña en Indiegogo para hacer realidad Minas Tirith. Piden 1.850 millones de libras, más de 2.600 millones de euros, una cifra ridícula. Con este dinero esperan crear la “mayor atracción turística del mundo y un maravilloso lugar para vivir o trabajar”. Van a ofrecer propiedades residenciales y comerciales en cinco de los niveles de la edificación, con distintos números de habitaciones y calidades en los acabados.
El dinero recaudado se gastará de la siguiente manera: 15 millones para comprar los terrenos, 188 millones por el trabajo y 1.400 millones dedicados a las obras en sí. La cantidad restante servirá para el mantenimiento y los servicios públicos necesarios hasta en 2053. La construcción comenzaría en el 2023 y terminaría en el 2023 si todo sale bien, además ya se han encontrado dos posibles localizaciones en el sur de Inglaterra.
Quedan poco más de 40 días para recaudar los 1.850 millones de libras, y van acumuladas menos de 80.000 libras, aportadas por cerca de 2.000 personas. Obviamente, las posibilidades de éxito son nulas. Eso sí, a los que contribuyan con el proyecto se les ofrecen recompensas que van desde grabar su nombre en un monumento por 15 libras a ser el Señor de la ciudad (con jugosos privilegios) si aportan 100.000 libras.
El crowdfunding como espectáculo
Lo cierto es que de los sitios de financiación colectiva como Kickstarter o Indiegogo han salido grandes productos, como las gafas de realidad virtual Oculus Ritft o el nuevo smartwatch Pebble Time. Pero también hemos visto proyectos que no buscan realmente recaudar dinero, sino llamar la atención. Por ejemplo, hace poco tiempo se realizó una absurda campaña para pagar entre todos los europeos la deuda nacional griega, que se podía considerar una broma, pero también era posible interpretarla como una forma de criticar la gestión política de la crisis.
Otra campaña puramente publicitaria fue la del videojuego Shenmue 3: se pedía una cantidad alta (aunque fácil de recaudar), pero está claro que la mayor parte del presupuesto lo aportarán las grandes empresas detrás del desarrollo. De nuevo, el objetivo no es conseguir dinero, sino generar expectación o atraer la atención aprovechando la moda de la financiación colectiva.
La verdad, las plataformas de crowdfunding no deberían permitir este tipo campañas que las desprestigian y generan dudas alrededor de su forma de trabajar. Pero Kickstarter y, sobre todo, Indiegogo parecen aceptar cualquier idea con tal de obtener algo de publicidad gratuita. O quizá realmente crean que deben dar libertad total a los emprendedores, aunque sus propuestas resulten irrealizables.
Al final, la campaña para crear una Minas Tirith real quedará en nada, pero se trata de un broma inofensiva: si no se recaudan los 1.850 millones de dólares, a ninguno de los colaboradores se le cobrará nada. Esta forma de financiación es la que marca la diferencia entre una idea graciosa y un aprovechado que quiere ganar unos cuantos miles de dólares de forma fácil. Desde luego, no vamos a dejar de encontrar propuestas sorprendentes en los sitios de crowdfunding durante los próximos meses, pero los fans de Tolkien siempre recordaremos el día en el que Minas Tirith se pudo haber transformado en una ciudad real.
¿Qué opinas tú de este tema? ¿Crees que construir esta ciudad de El Señor de los Anillos representa una locura, o te parece que se trata de una campaña de Indiegogo genial?