¿Alguna vez te has planteado que te gustaría que tu cámara trabajase mejor, hiciese mejores fotos? ¿Nunca te ha ocurrido que con la intención de que el flash mejore la instantánea, lo único que hace es estropearla? Suele pasar, y éstos fallos vienen del desconocimiento de éste accesorio, y hoy espero daros unos cuantos trucos para trabajar el flash de otra forma, con la intención de realizar mejores fotos, los cuales hemos conocido gracias a Wired.
Nunca apuntes directamente a una persona
Muchas veces, el flash apunta directamente a la persona que estamos fotografiando y lo único que conseguimos es que esa persona quede con un aspecto fantasmagórico. Pues bien, la solución para éstos casos es sencilla: gira el flash para que apunte a las paredes y que rebote en ella en lugar de ir directamente hacia la cara de la persona que es fotografiada –y además le ahorras unos segundos de ceguera–. La luz iluminará la sala con efectividad, y mejor dispersa, consiguiendo iluminar correctamente el objetivo de nuestra foto.
Problema: mi flash es fijo, no puede rotarse ni moverse de donde está. Perfecto, sigue leyendo.
Usa un difusor
Un difusor, por definición, realmente puede ser cualquier cosa que difumine la luz emitida por el flash, evitando así que ésta sea tan directa y nos de malos resultados. Podéis, o bien comprar uno en una tienda especializada en fotografía, o bien crearlo por vosotros mismos con objetos caseros por poco dinero.
Por ejemplo, podéis usar una pelota de ping-pong para conseguir los resultados que buscamos. Simplemente debéis cortar la pelota por la mitad y superponerla al flash, ¿lógico verdad? En éste caso es recomendable usar una blanca, aunque si bien es cierto que si usáis una naranja podéis conseguir un efecto de luz más cálida, que también puede resultar interesante.
Otra buena opción para usar como difusor casero es un pequeño trozo de tira de cinta aislante blanca. Concretamente la que está hecha de vinilo funciona mejor que las demás. Es algo barato, simple, fácil de encontrar y que además es fácil y limpio de retirar cuando ya no se requiera su uso. Éste tipo de difusor casero es genial para flashes que no se mueven para nada, como el de teléfonos móviles o cámaras digitales compactas –las que no son réflex, para que nos entendamos–.
Por último, y ésto puede ser más difícil de encontrar, si estáis metidos en la fotografía desde hace tiempo, también podéis usar un pequeño trozo de tira de película –sí, de cuando había que revelar las fotos en una sala oscura–. Simplemente cortadlo con el tamaño del flash de vuestro móvil o cámara compacta y listo. Por supuesto, debe ser de las que son translúcidas, si no el efecto no aplicará como es esperado.
Conoce tu cámara
Muchas cámaras de hoy en día –ya hablamos de nuevo de cámaras más profesionales– tienen más de un modo de flash, más allá de activado o desactivado. Por ejemplo, existen los modos de flash de relleno y flash de sincronización lenta, los cuales sería genial saber cuándo utilizarlos.
El flash de relleno tiene una función muy clara, y su propio nombre lo dice: sirve para iluminar esas zonas que quedan oscuras, por ejemplo la sobra de la propia nariz de una persona a la hora de hacerle una foto. Se consigue gracias a que la cámara emite el flash con menos potencia –para dar menos luz–, y es una buena herramienta para usarla en situaciones de sol fuerte, o en interiores, cuando la habitación tiene iluminación pero no suficiente para captar todos los detalles de la imagen. Podéis probar el flash de relleno, y si ya lo combináis con un difusor conseguiréis un mejor trabajo de la cámara. (Imagen de la izquierda)
Por otra parte, el flash de sincronización lenta es para imágenes más creativas. Pero, ¿qué caracteriza a éste modo de flash? Pues bien, funciona como el flash normal, con la variante de que es el obturador de la cámara el que se mantiene abierto un poco más de tiempo que de lo normal, con lo que se consigue ese efecto de luz en movimiento que tantas veces hemos visto. Funciona mejor de noche ya que el obturador se mantiene abierto más tiempo, y conseguimos dicho efecto de desdibujado con una mayor amplitud, consiguiendo efectos más llamativos aún. (Imagen de la derecha)
Las fotos no terminan de quedar bien
Difuminar el flash puede solucionar la mayoría de tus problemas con la luz, pero ésto no es ninguna fórmula mágica o tutorial definitivo, se trata de conocer mejor la forma de tomar fotografías, y existen maneras más complejas de intentar solventar éstas situaciones.
Es muy importante saber trabajar con el balance de blancos. Éste puede ser ajustado o bien en la propia cámara, antes de hacer la foto, o bien a posteriori si estamos trabajando con imágenes en formato RAW. Por lo tanto, es importante saber hacer un buen balance de blancos. También es necesario comprender que cuando usamos el flash, la cámara está trabajando con dos fuentes de luz distintas: la natural y la del propio flash, con lo cual, todos los parámetros como la ISO, la velocidad de obturación o la profundidad de campo se vuelven sensiblemente más complejos. También hay que recordar que la misión del flash es simplemente la de arrojar un apoyo de luz suficiente como para que la cámara pueda captar algo e inmortalizarlo en una imagen, luego es importante saber cómo funciona el flash para nuestra cámara específicamente. En ésto no puede ayudar el manual de usuario del fabricante, para saber qué configuraciones de flash encajan mejor con qué modos de disparo.
Lo más importante al fin y al cabo es la práctica, y recordar que, aunque hay ciertos aspectos técnicos que es necesario controlar, al fin y al cabo la fotografía es un arte, luego no hay una forma concreta de hacer buenas fotografías una vez se sale de lo técnicamente correcto, por lo que coged vuestra cámara, y practicad hasta que aprendáis a hacer las fotos como sean de vuestro agrado.
