Windows 10 pronto va a cumplir su primer mes de vida y, aunque hemos visto que el nuevo sistema operativo de Microsoft sufre pequeñas carencias, lo cierto es que Windows 10 se trata de un software con muchísimas cosas buenas. Tal vez te hayas dado cuenta de que, dejando de lado las aplicaciones clásicas como el explorador de archivos o el bloc de notas, casi todas las apps tienen un nuevo estilo muy marcado, y resultan bastante diferentes a las que conocemos de Windows 7 y anteriores versiones.
Se tratan de las nuevas apps modernas que Microsoft quiere imponer a los desarrolladores, y que distribuye exclusivamente desde la Tienda Windows. Ofrecen bastantes ventajas, dado que resultan más seguras, se pueden portar fácilmente de una plataforma a otra y son más fáciles de desarrollar. Pero, por desgracia, el estado de este tipo de programas resulta bastante deficiente a día de hoy, y Microsoft deberá realizar esfuerzos para que se popularicen. Así que en este artículo vamos a analizar por qué las aplicaciones modernas de Windows 10 son escasas, obsoletas y limitadas.
La agridulce herencia de Windows 8
Las aplicaciones modernas son una herencia de Windows 8, y se llamaban en un principio apps Metro. Windows 8 se encontraba excesivamente enfocado a un uso táctil, y sus programas también: se ejecutaban a pantalla completa, su interfaz estaba pensada para un manejo con los dedos y, en general, eran todo lo simples que se podía esperar de una aplicación para tabletas. Es decir, una app Metro sólo servía para determinadas tareas sencillas. Dado que Windows 8 supuso un importante fracaso, el número de aplicaciones Metro que se desarrollaron fue bastante pequeño.
Windows 10 supuso un cambio tan brusco como su predecesor: de pronto la prioridad de lo táctil quedó olvidada, siendo el ratón y el teclado protagonistas otra vez. Así que Microsoft decidió modificar el nombre de las apps Metro a aplicaciones modernas, y ejecutarlas en ventanas. Incluso ahora pueden crearse versiones universales que funcionan en smartphones con una interfaz modificada.
Las aplicaciones modernas que vienen con Windows 10 se adaptan al nuevo concepto del sistema operativo, pero las que se desarrollaron antes para Windows 8 no son nada cómodas sin una pantalla táctil. Se han quedado obsoletas cuando aún son nuevas, y no está claro que los desarrolladores las vayan a actualizar pronto.
Por supuesto que en Windows 10 se pueden ejecutar programas tradicionales, de lo contrario el desastre sería descomunal. Las nuevas apps modernas que se lanzan ahora resultan más completas en funcionalidades, y además tienen una interfaz adecuada para un uso con teclado y ratón. Pero están apareciendo muy pocas, así que veo claro que algo está fallando.
El día a día con aplicaciones modernas
A modo de experimento ha intentado usar la mayor cantidad posible de aplicaciones modernas para mis tareas cotidianas, a pesar de que soy consciente de que muchas no tienen sentido, porque en una pantalla grande resulta más cómodo acceder a los distintos servicios por medio del navegador. Pero se trata de una forma sencilla de ver en qué estado se encuentran estas apps. Ya adelanto que la conclusión es que queda mucho por mejorar, aunque puede que otra persona que con distintas necesidades no piense lo mismo.
Tras un par de días probando a fondo Windows 10 con aplicaciones modernas, estas son las experiencias que he vivido:
– Correo: soy usuario de Gmail, y fan de la la app de Inbox, pero ninguna de las dos se existe de forma nativa en Windows 10. Con la aplicación de Correo del sistema se puede trabajar, pero uno no aprovecha las funciones del servicio de Google al máximo. La app de Correo de Windows 10 está bien y se nota que ha sido rediseñada, pero tampoco me parece ninguna maravilla.
– Trello: una herramienta de organización muy útil para un blogger, que en Windows 10 es horrorosa. No sólo se nota que está pensada por completo para Windows 8, sino que sufre fallos y limitaciones. Una gran decepción, sin duda.
– Mensajería instantánea: Telegram no es una app moderna (aunque imita muy bien su estilo), Hangouts sólo funciona en el navegador o como extensión independiente de Chrome y Skype por ahora no dispone de versión moderna. Otro desastre.
– Redes sociales: la aplicación de Facebook, aunque no se ha tocado desde la época de Windows 8, es más que convincente, y en Windows 10 encaja bastante bien. Sin lugar a dudas, la sorpresa positiva de la lista, aunque no esté al nivel de la versión web. Respecto a Twitter, apareció un cliente oficial hace poco, que no está mal, pero que podría ser bastante mejor a estas alturas.
– Calculadora: la calculadora de toda la vida, que cualquier sistema operativo abre al instante, requiere un segundo y medio de espera en su versión moderna. Sin comentarios.
– Multimedia: Spotify no cuenta con una app moderna, y es mi fuente casi exclusiva de música. Sí que encontramos un excelente reproductor de vídeo local llamado VLC, e Hyper, una alternativa no oficial a YouTube de una calidad más que probada.
– Juegos: los juegos que recurren al formato moderno suelen ser adaptaciones de títulos para Android e iOS, y no me interesan propuestas tan causales. De todas formas, en la Tienda Windows empieza a consolidarse un pequeño catálogo de cierta calidad, aunque queda mucho camino por delante.
La conclusión es muy clara, actualmente no se puede trabajar en el día a día con aplicaciones modernas. No hablamos ya de que tengamos necesidades específicas o utilicemos programas profesionales. Incluso el usuario más básico lo pasaría mal si tuviera que prescindir del software tradicional de Windows.
Está claro que las aplicaciones modernas tienen mucho que avanzar para representar una alternativa válida en Windows. Microsoft las apoya, pero realmente sabe que con las clásicas es más que suficiente para tener a sus usuarios contentos. No a la minoría que usa Windows en tablets, pero sí a todos los demás. Así que no tenemos claro si realmente los desarrolladores aprovecharán las ventajas y facilidades que les dan las aplicaciones modernas, o si irán quedando en el olvido y Microsoft dejará de darles soporte en las próximas versiones de Windows.
¿Qué opinas de este análisis? ¿Tú usas las apps modernas, o crees como yo que tienen mucho que mejorar antes de transformarse en una opción atractiva?