Actualmente todo lo que tenemos a nuestro alrededor y todo por lo que nos interesamos se mueve por modas. Existe un momento en el tiempo en el que algo aparece y empieza a interesarnos un poco, pero que si nos gusta lo suficiente puede que se llegue a convertir en una obsesión. No obstante llega un punto en el que si esto ya no nos proporciona nada nuevo empezamos a aburrirnos, hasta tal punto que nuestro interés por ello empieza a decaer.
Esto mismo pasa con todo, y los smartphones no son una excepción. Si miramos un poco en el tiempo, hace unos 8 años que se presentó el primer iPhone y con él llegaron los primeros smartphones. Durante este período de tiempo, este mercado ha ido en auge a pasos agigantados y ha conseguido, año tras año, llegar a más personas. Esto ha sido posible gracias a los distintos modelos que hay y que son capaces de adaptarse a todos los bolsillos.
No obstante, hace unos días salió a la luz una información que puede indicar que este crecimiento ya es inexistente y es que en China la venta de smartphones del último trimestre ha decrecido en comparación con el anterior. Esto también pasó hace unos meses, y nosotros ya hablamos sobre ello, pero ahora el mercado de smartphones podría estar entrando en su etapa de madurez. Para entender un poco que es lo que esto quiere decir y lo que comporta vamos a repasar primero las etapas que hay en el ciclo de vida de un producto.
Ciclo de vida del producto
Se trata de una teoría introducida en 1950 para explicar la vida esperada de un producto desde su introducción al mercado hasta su fin de vida. Esto se divide en cuatro fases: introducción, crecimiento, madurez y declive. Lo que se quiere conseguir con esto es maximizar el valor de un producto y sus beneficios en cada etapa.
Introducción: Es la etapa en la que un producto entra al mercado. El objetivo de cualquier producto recién introducido al mercado es satisfacer las necesidades de los consumidores con un producto de calidad y al mínimo coste posible para así obtener más beneficios. En esta etapa, las ventas serán lentas porque se tiene que atraer la atención del consumidor, así que la publicidad es crucial.
Crecimiento: Esta etapa tiene lugar cuando un producto ha conseguido sobrevivir a su introducción y está empezando a tener su lugar en el mercado. Aquí es cuando la compañía tiene que decidir si quiere más cuota de mercado o más beneficios. La producción aumenta y provoca que los costes unitarios se reduzcan . El objetivo de cualquier compañía es quedarse en esta etapa tanto tiempo como puedan y se deben crear consumidores leales que repitan, así como atraer a nuevos.
Madurez: En esta etapa es cuando las ventas han empezado a reducirse y nos acercamos al punto en el que un declive se va a producir. La mayor preocupación es la de mantener cuota de mercado, ya que la gente ya ha comprado el producto y los competidores puede que ofrezcan productos de mayor calidad a un precio inferior. Esta es la etapa más larga de todas y no es nada extraño ver productos que están décadas en madurez.
Declive: Esto sucede cuando el producto ya ha llegado a su cúspide en la etapa de madurez y las ventas empiezan a decaer. Aquí los ingresos bajarán hasta el punto donde no sea viable económicamente seguir produciendo el producto. El producto puede parar de producirse, o bien venderse a otra empresa y que intente salvarlo o que pare la producción.
Qué hacer cuando nos encontramos en la etapa de madurez
Si tenemos en cuenta la definición de la etapa de madurez, podemos ver como encaja perfectamente con el sector de los smartphones en la actualidad. En China los smartphones se venden simplemente porque la gente los quiere renovar, pero ya está prácticamente todo el público objetivo dentro del mercado. Cada vez más se producen smartphones que pueden hacer más cosas y tienen mejores especificaciones y el precio va bajando, por no hablar de la competencia feroz que existe en el sector.
Los productos que se ofrecen tienen poca diferenciación entre ellos, ya que en el caso de Android los buques insignia de las diferentes compañías varían muy poco en características. Si entramos en las gamas medias o bajas, las diferencias entre unos y otros son prácticamente inexistentes y para escoger un teléfono al final en lo que mucha gente se fija es el precio o en la marca.
Para poder estar el máximo tiempo en esta etapa y seguir consiguiendo beneficios, se deben intentar reducir los costes unitarios al máximo e invertir el dinero que se consigue de estos productos en desarrollo e investigación para otros productos innovadores y que sustituyan a los maduros. En este mercado lo mejor es intentar ofrecer nuevos smartphones con características únicas e intentar centrarse en crear objetos complementarios, como los smartwatches, para seguir aumentando la cuota de usuarios.
Sea como fuere, no todo es eterno, y en algún momento los smartphones serán sustituidos por otros productos mejores que harán más tareas y tendrán mejor calidad. Esto no pasará en el corto plazo, sino que puede tardar muchos años en hacerse realidad, tantos como hagan falta para que salga otra tecnología revolucionaria que los consiga retirar del mercado.
