Las Steam Machines son un híbrido entre consola y ordenador. Del mundo del PC cogen los componentes, ya que se tratan de equipos normales, que muchas veces incluso se pueden ampliar. Pero usan como sistema operativo SteamOS, basado en Linux. El catálogo de juegos de Linux actual resulta escaso (sobre todo en grandes producciones), por lo que dispondremos de pocos títulos entre los que escoger. Aunque podemos hacer una Steam Machines casera, ciertos fabricantes están diseñando las suyas propias, equipos muy compactos y silenciosos.
Y es que las Steam Machines están pensadas para usarse en un televisor, como una consola. Steam OS se trata de una versión de la tienda de juegos digital Steam pensada para manejarse con un mando. Valve, la empresa responsable, ha creado el Steam Controller, que representa el principal sistema para interactuar con una Steam Machine. Se trata de un mando con dos trackpads, que debería permitir suplir un teclado y un ratón gracias a sus enormes posibilidades de configuración.
¿Qué pretende Valve con las Steam Machines?
Valve, aunque ha desarrollado juegos exitosos como Half Life o Portal, no se conforma con eso. Se ha aliado con HTC para sacar adelante unas gafas de realidad virtual, pero el negocio en el que gana dinero es Steam. Steam se trata de la tienda de videojuegos digital para PC más popular, famosa por sus grandes rebajas, buen servicio de atención al cliente y amplio catálogo. Pero Steam funciona sobre Windows (las versiones Mac y Linux son minoritarias), y eso disgusta a sus dueños.
Los responsables de Steam ya criticaron mucho a Windows, sobre todo con la aparición de la Windows Store. Por ahora Microsoft no ha intentado atacar a Steam pero, como propietarios de Windows, podrían hacerle mucho daño si se lo propusieran. Así que las Steam Machines, con su sistema operativo SteamOS, representan una forma de proponer una plataforma propia, en la que no haya riesgos de que un tercero pueda dañar el negocio de Valve.
Unos comienzos desastrosos
Las Steam Machines han sufrido muchos retrasos, y el Steam Controller ha sido modificado varias veces… y, a pesar de eso, su diseño ha generado muchas críticas negativas. Ahora mismo, sólo tres fabricantes han lanzado Steam Machines, cuyo precios son similares a los de un ordenador normal: hay modelos desde los 500 dólares hasta los 2.000 dólares. Otras marcas se van a unir, pero el problema es otro. Nada justifica comprar una máquina tan cara en la que no podemos disfrutar de la inmensa mayoría de las grandes producciones que salen al mercado.
Claro que deberíamos poder instalar Windows en una Steam Machine, pero es algo sobre lo que ni Valve ni los fabricantes hacen hincapié. Al pobre catálogo hay que sumar que el rendimiento de los juegos es inferior en Linux que en Windows, así como problemas como la falta de un modo de suspensión. El resultado es que las Steam Machines no se tratan de una compra atractiva (ni asequible) para el jugador medio.
Nadie está perdiendo dinero
Podríamos pensar que este proyecto va a convertirse en un total desastre, pero lo cierto es que no creo que nadie se sienta decepcionado… porque las expectativas nunca han estado muy altas. Desde un primer momento se habló de una disponibilidad limitada de Steam Machines, una prueba de que no se esperaba vender mucho. Los fabricantes implicados no son demasiados, y no parece que hayan invertido grandes cantidades en los diseños de los equipos, que no dejan de ser PC’s ligeramente modificados.
El gasto en marketing y promoción tampoco ha sido elevado, así que no creo que los socios de Valve se vayan a arruinar si las ventas son bajas. La propia Valve sí que puede haber gastado más para crear el Steam Controller, desarrollar SteamOS y promocionar un poco la plataforma. Pero resulta innegable que hay que invertir para sacar un producto adelante. De todas formas, me parece dudoso que Valve haya utilizado un dinero que no se pueda permitir perder en las Steam Machines.
El secreto para conseguir juegos
Entonces, las Steam Machines son deficientes, y no tienen futuro mientras no ofrezcan buenos juegos. La verdad es que ya cuentan con un buen catálogo de títulos de bajo presupuesto, pero las grandes producciones escasean. ¿Cómo conseguir que se desarrolle para un sistema tan minoritario como Linux? Pues haciendo chantaje a las editoras de juegos, que tienen que crear una versión de su juego para Linux si quieren que Valve les dé visibilidad en la tienda digital Steam.
Steam se trata de una plataforma casi sin competencia, y Valve la controla a su placer. Conseguir salir en la portada de la tienda de Steam puede multiplicar las ventas de un producto, así que Valve va a usar el arma más potente con la que cuenta para mejorar el catálogo de sus Steam Machines. Se trata de una estrategia un tanto discutible, pero ahora mismo no hay ningún rival a la altura de Steam que pueda evitar que Valve actúe como desea.
Steam Machines, un éxito seguro… a largo plazo
A pesar de todo, yo veo el futuro de las Steam Machines brillante. Valve no tiene prisa para que logren el éxito, así que poco a poco irán ganando catálogo y los desarrolladores se acostumbrarán a realizar versiones Linux de sus juegos. El hardware mejorará, al igual que el propio Steam Controller, que es de suponer que con el paso del tiempo será más aceptado. Y los juegos también optimizarán su rendimiento con la mejora de los drivers de las tarjetas gráficas, la popularización de las versiones Linux y otros avances técnicos.
Así que yo creo que las Steam Machines supondrán un profundo fracaso este 2015, pasarán unos pocos años mejorando en un discreto segundo plano y, de pronto… un día nos daremos cuenta de que se han convertido en una gran alternativa para los jugadores. Esa es la estrategia del Valve, eliminar Windows de la ecuación, buscando un éxito a largo plazo. Al final, los aficionados al entretenimiento interactivo seremos los grandes beneficiados.
¿Qué opinas de las Steam Machines? ¿Crees que fracasarán enseguida y que Valve las olvidará, o que forman parte de una estrategia más a largo plazo?
