Antes de empezar, os tranquilizará saber que no ahondo en la trama y por tanto no hay ningún spoiler.
Es entendible, que tras los episodios I, II y III, los fans de la saga miren este nuevo film con recelo, puesto que, pese a que son películas que mucha gente disfrutó enormemente, no estuvieron ni por asomo a la altura de la trilogía original. Además, siendo JJ Abrams el encargado de “despertar” el fenómeno, se temía que dirigiese con un tono parecido al que usó en sus películas de Star Trek, que, lejos de ser malas, quizá pecaron de efectistas. No obstante, todos depositamos nuestra confianza en él y esperamos.
Pues bien, finalmente, la espera acabó, la cinta ya está en los cines y se proyecta desde la madrugada del día 18. Impaciente, fui a verla en la primera sesión que proyectaban las salas de mi ciudad. Pensaba que iba a ver una película entretenida, del montón, algo que simplemente estiraba un producto para amortizar la compra de LucasFilms por parte de Disney. Sin embargo, no podía estar más equivocado. El despertar de la fuerza, es aventura, épica, fuerza y fantasía. Es… Star Wars.
La historia que nos cuenta, repite en parte, y, de forma agradable una trama que nos resultará conocida. Todo está ahí, terreno conocido que apela a la nostalgia, pero, sin olvidar que no se puede vivir de lo que se fue. Han sabido llevar muy bien a los personajes míticos, no solo están ahí para sonreír y gritar “Eh mirad, somos los de las pelis antiguas”, si no que se adaptan junto con sus compañeros nuevos, y crean una atmosfera fantástica.
El villano Kylo Ren, tiene más chicha de la que tuvieron todos los de las películas de los 2000 juntos (aunque no es decir mucho) y deja mucho que explorar en las dos secuelas. Por otro lado, nuestros héroes, que nos sobrellevan de forma excelente en esta guerra galáctica.
El ritmo del film es frenético, pero no agobiante. Te encandila y te atrapa, nada ocurre demasiado rápido o despacio, además visualmente es increíble, impactante, se agradece enormemente que se haya reducido el uso de CGI a favor de maquetas y trajes, le da una autenticidad muy peculiar.
Me alegra que la saga vuelva así, como se merece.