El crecimiento económico en los países africanos viene siendo noticia desde hace bastante tiempo. Al estar en vías de desarrollo, se produce el ecosistema perfecto para que se creen nuevas empresas que ayuden a sostener y a mejorar la pobre economía existente desde hace décadas.
Un país que sobresale de los otros es Ruanda. Aunque a finales del siglo pasado parecía que estaba en una debacle muy profunda, la verdad es que en la actualidad se está posicionando como un hub tecnológico del continente africano. Hasta el momento el gobierno ha construido más de 4.500 kilómetros de cable de fibra óptica que va a permitir dar acceso a Internet de alta velocidad a sus ciudadanos. Gracias a esto, se prevé que se creen cerca de 100 compañías tecnológicas con una valoración de 50 millones de dólares antes de 2030.
El presidente del país, Paul Kagame pronunció unas palabras que dan mucho que pensar:
Africa no debería estar excluida de la globalización. Podemos desarrollar nuestro capital humano y productividad utilizando los mismos métodos que se dan por sentado en muchos otros lugares.
La verdad es que el clima africano ha cambiado mucho, y lejos quedan aquellos tiempos de destrucción. En 1994, Ruanda sufrió un genocidio que mató a más de 1 millón de personas. 4 años más tarde, se estaba estableciendo un laboratorio de computación en una universidad para que los locales aprendieran a reparar ordenadores.
Un panorama emprendedor
El país ha conseguido que los jóvenes empiecen a tener ideas y las presenten de manera internacional. Este otoño, dos hackers, crearon VugaPay, una aplicación de pagos a través de operadoras telefónicas. Rápidamente obtuvieron soporte internacional y muchos inversores decidieron financiar la idea.
Algo importante es que esta escena emprendedora y con foco en la tecnología está apoyada por mucho soporte gubernamental e inversión. Cada 5 años, el país desarrolla un plan para gestionar las tecnologías de la información. De 2000 a 2005, se centraban en infraestructura básica; los siguientes cinco años en infraestructura avanzada y mejoras en la conectividad; en la actualidad se están promoviendo aplicaciones y emprendimiento además de conectividad 4G.
Falta de recursos
Aunque parezca que se estén dando prisa en convertirse en el próximo hub tecnológico del continente africano, la realidad es que Ruanda aún no tiene los recursos y las posibilidades que otros países vecinos tienen. En África ya existen algunos centros de innovación en Nigeria y Kenya, pero Ruanda de momento es un país en crecimiento con tan solo 12 millones de personas.
Tienen muchas similitudes con Singapur, Corea del Sur o Israel, pero no existen los recursos naturales que se pueden encontrar en los otros países. El mayor activo que tienen de momento son las personas, pero en el mundo competitivo en el que vivimos se tienen que encontrar otras maneras de destacar frente a la competencia, hay que encontrar un nicho en el que se sientan cómodos para competir.
La verdad es que ayudar a un país es muy complicado, ya que lo que se tiene que hacer es intentar fomentar la creación de empresas y la inversión en tecnología para que se den a conocer y creen un mercado mundial. Parece que por el momento lo están intentando, pero toda la inversión que se recibe no va destinada ni crear empresas ni a implantar un sistema tecnológico.
De momento parece que Ruanda va por un buen camino. Tan solo falta un poco más de repercusión internacional y hacer que los inversores extranjeros se fijen en empresas locales que puedan revolucionar la sociedad. Después de los países asiáticos ya saturados, África es el futuro. Las empresas globales lo están empezando a ver y la verdad es que todavía queda mucho trabajo por hacer.
¿Qué piensas de este tema? ¿Crees que Ruanda va a ser el próximo Silicon Valley de África o que hay otros países con más potencial?