Parece por el título que vamos a hablar de alguna historia en la que por fin se ha hecho justicia en el entorno de las aplicaciones de mensajería instantánea, pero desgraciadamente no es exactamente así. Sí, Telegram ha crecido en Brasil aumentando su cuota de usuarios en un millón, pero por un motivo que también hemos vivido en España cuando Whatsapp no estaba disponible: una ley judicial obligaba a los del icono verde a suspender su servicio durante 48 horas.
Se alega como motivo para el baneo de Whatsapp que la aplicación de mensajería estaba proveyendo servicios “piratas”, minando el trabajo de las empresas de telecomunicaciones del país, y debía ser regulado. El bloqueo se hizo efectivo en la medianoche de ayer, día 16 de diciembre de 2015. La consecuencia de esto es el aumento de usuarios activos que ha registrado Telegram, millón de ellos que, según informan, seguirá aumentando mientras que el baneo temporal siga afectando al rey de la mensajería instantánea.
La orden es el resultado de una decisión por parte del Tribunal Estatal de Justicia de Sao Paulo. El juez declaró que el servicio de mensajería no cumplía la orden judicial que recibió el 23 de julio, y por lo tanto ha sido cerrado temporalmente.
¿Reinará ahora Telegram? No será por falta de méritos…
En España también ha pasado esto mismo. Dos veces además. Whatsapp se cae durante un tiempo y mientras lo ponen en pie de nuevo y no, otro servicio similar sirve de sustituto al que todo el mundo huye desesperado en su necesidad de estar comunicado. Una de las veces fue Line y la otra el propio Telegram los que sirvieron de sustituto. ¿Se mantuvieron cuando volvió la reina verde? Para nada.
Es por eso que me parece que cuando Whatsapp vuelva a estar en funcionamiento mañana, todos esos millones de usuarios que Telegram pueda ganar desaparecerán como el humo, o que pocos serán los que se queden. Me gustaría que no fuese así, ya que es una pena, pero me temo que será la realidad que viva Brasil.
Telegram es, de largo, mejor aplicación que Whatsapp. Mil veces mejor, de hecho, por mil motivos que no voy a mencionar aquí. El problema es que cuando una marca llega y se instaura como el rey absoluto consiguiendo un público fijo, es muy difícil quitarla de ahí. Por eso ninguna marca china de móviles arruinará a Samsung ni ninguna hamburguesería de barrio al McDonald’s o al Burguer King, porque son los reyes. Solo quería dejar claro que ser el rey no significa ser la mejor opción. En los próximos días veremos si la población brasileña se queda con lo viejo o lo nuevo.
