Los smartwatches de hoy en día vienen totalmente preparados para contar los pasos que damos y medir nuestra frecuencia cardíaca entre otras cosas, pero Google tiene más planes y son para algo un poco más avanzado: un mecanismo de muestras de sangre para relojes inteligentes que aporte muchísima más información sobre el estado de salid del usuario del aparato.
Como por ejemplo el dispositivo que se ha dejado entrever en una nueva patente por parte de la compañía en Estados Unidos, que potencialmente podría ayudar a aquellos con diabetes y algunas otras condiciones especiales en las que recurrentes pruebas de sangre son necesarias, y podrías hacerlo mientras ves tu serie favorita en lugar de tener que ir a consulta –para las tareas de seguimiento más rutinarias, claro–.
Como es de esperar con cualquier invención que esté en fase de patentes, no hay ninguna garantía de que algún día veamos esto aplicado a un producto real, pero nos deja claro en qué están pensando en la directiva de Google, y no es en otra cosa que en un más avanzado seguimiento y análisis de la salud, lo cual es, innegablemente, algo bueno.
¿Y cómo funciona?
El mecanismo que ha diseñado Google en esta patente trabaja usando micropartículas que son lanzadas contra tu piel a gran velocidad, haciendo las veces de una pequeña inyección que rápidamente crea una vía de sangre que sale hacia un pequeño contenedor presurizado en el que se recoge la muestra. Ahora, estas muestras podrán ser enviadas a un laboratorio, o bien podrán ser medidas usando algún pequeño dispositivo de bolsillo preparado para la ocasión.
No hay ninguna duda de que el hecho de que los dispositivos “vestibles” tengan el análisis de sangre o simplemente la extracción de la misma entre sus características es algo bueno, pues abre caminos nuevos hacia la comodidad diaria a personas que sufren este tipo de afecciones. Sin embargo, no hay que olvidar que Google no es un centro sanitario o mutualidad privada, y el hecho de que una compañía del estilo de esta tenga nuestros datos médicos en sus servidores es cuanto menos llamativo, aunque ya cada uno decide lo que quiere o no hacer, por supuesto.
En cualquier caso y se desarrolle como se desarrolle, la evolución hacia aparatos de salud miniaturizados y de uso cotidiano y privado se antoja como un paso muy lógico en la materia, y lo que está claro es que si eso sucede así, Google no va a dudar en marcar el ritmo con su tecnología, aunque de momento solo podamos esperar a ver qué sucede.
