Este martes Google dedica su ‘doodle’ a Charles Perrault, el autor francés que hizo posible los cuentos de hadas y princesas con los que todos hemos crecido. La imaginación del escritor dio origen a geniales historias como La Cenicienta, Caperucita o La Bella Durmiente.
De esta forma, la popular compañía celebra el 388 aniversario de su nacimiento. Junto a los hermanos Grimm o Hans Christian Andersen, Perrault es, sin duda, uno de los grandes impulsores de la literatura infantil en la historia.
Las crueles historias que Disney convirtió en cuentos de hadas
Perrault vivió 75 años y, aunque fue miembro de la Academia Francesa, su nombre a punto estuvo de no pasar a la historia. Seis años antes de morir, el escritor publicó bajo el nombre de su hijo un volumen de cuentos que acabaría sentando los cimientos de la literatura infantil actual.
Sin embargo, las felices historias que Disney nos ha contando se alejan bastante de la versión que nos ofreció el escritor francés. Perrault dio forma a historias mucho más crueles y violentas en las que sus protagonistas sufrían hasta la saciedad antes de encontrar su final feliz (si es que ese final existía…).
Caperucita no era tan buena…
Un claro ejemplo es la historia de Caperucita Roja, cuya verdadera historia muchos desconocen. Según el cuento de Perrault, la angelical niña que todos conocemos fue devorada por el lobo feroz después de haberse metido desnuda en su cama. Tiempo después, los hermanos Grimm trataron de endulzar el relato cambiando la idea original.
La mima línea siguió Walt Disney, que tomó la decisión de censurar ciertas escenas de sus cuentos eliminando así el humor sádico que tanto caracterizaba a Perrault.
Un final mucho más cruel para las hermanastras de Cenicienta…
En el caso de Cenicienta, se omitieron muchos detalles muy alejados de los inocentes cuantos de hadas. Drizella y Anastasia fueron obligadas por su propia madre a cortarse los dedos para poder calzarse el mítico zapato de cristal. Disney tampoco nos contó cómo se quedaron ciegas durante la boda de Cenicienta con el príncipe en castigo por su maldad después de que unas palomas les picaran los ojos.
Felipe abandonó a Aurora y no hubo final feliz
La Bella Durmiente terminó abandonada por su amado príncipe Felipe después de que este decidiera presentarla a su madre. En el cuento escrito por Perrault, el galán tiene miedo a que su progenitora no acepte a Aurora y a sus dos hijos. El rechazo de su madre hace que el príncipe deje el castillo y huya.
Pero la cosa no acaba ahí… La abuela de los niños decide cocinar a sus nietos. Finalmente el padre aparece en el momento exacto para salvarles. La malvada suegra de Aurora opta por suicidarse en la misma olla en la que ya había preparado el caldo para acabar con los niños. Entenderéis que si Disney no hubiera realizado estos cambios la película nunca habría podido ser apta para el público infantil.
Así fue la vida de Perrault
Hijo de un matrimonio burgués acomodado, Perrault nació junto a un hermano gemelo que no consiguió sobrevivir. Aunque realizó una importante labor en el universo literario francés, fueron sus cuentos los que le dieron fama.
Especialmente importante en su estilo es la introducción de las moralejas en sus historias. De esta forma, el escritor añadía valor a unos relatos que también eran capaces de transmitir una enseñanza moral a sus jóvenes lectores.