Estados Unidos presencia desde hace unas semanas una batalla entre el FBI y Apple que parece no tener un fin próximo. Se trata de un asunto de gran complejidad que está alcanzando implicaciones mundiales. El conflicto es claro: Apple se niega a “hackear” un iPhone implicado en un ataque en un ataque terrorista. Para entender mejor el problema haremos un breve repaso remontándonos hasta el día clave.
El 2 de diciembre de 2015 dos tiradores asaltaron un acto del Departamento de Salud Pública en San Bernardino, Los Ángeles. El ataque se saldó con 14 muertos y 17 heridos; ambos asaltantes murieron tras un tiroteo con la policía. El grupo terrorista Estado Islámico asumió la autoría de los hechos varios días después.
Tras el atentado, la jueza que investiga el caso ordenó a Apple “hackear” el iPhone 5C de Syed Rizwan Farook, uno de los atacantes. El objetivo de la orden es averiguar si el terrorista contaba con algún ayudante y encontrar relaciones con el Estado Islámico. El FBI no había sido capaz de desbloquear el dispositivo con sus propios medios, y se ve obligado a pedir ayuda a la compañía de Cupertino.
El conflicto surgió tras la negativa de Apple a “hackear” el móvil, alegando que se trata de una invasión de la privacidad de sus clientes ya que, según la empresa, el FBI utilizaría el software requerido para acceder a cualquier iPhone, poniendo en serio riesgo la privacidad de sus clientes.
La importancia del conflicto se ha extendido en poco tiempo, convirtiéndose en un debate público tal y como pedía Apple. Google ha decidido posicionarse al lado de la empresa mediante su consejero delegado, Sundar Pichai, que ha declarado a través de Twitter que forzar a las compañías a “hackear” podría comprometer la privacidad de los usuarios.
1/5 Important post by @tim_cook. Forcing companies to enable hacking could compromise users’ privacy
— sundarpichai (@sundarpichai) febrero 17, 2016
Además, el propio Pichai ha explicado en otros tweets que conoce las intenciones de las fuerzas de seguridad para proteger a los ciudadanos del terrorismo y que las propias compañías les aportan información de los usuarios dentro de los límites legales, pero defiende que piratear dispositivos está muy lejos de ser lo correcto.
Google no ha sido la única en apoyar a Apple en esta batalla legal. Edward Snowden, antiguo empleado de la CIA y la NSA conocido por filtrar documentos comprometidos, ha defendido a través de su cuenta de Twitter el derecho de Apple a negarse a acceder al iPhone del terrorista.
The @FBI is creating a world where citizens rely on #Apple to defend their rights, rather than the other way around. https://t.co/vdjB6CuB7k
— Edward Snowden (@Snowden) febrero 17, 2016
El FBI americano también ha contado con apoyos. El programador informático John McAfee, creador de la empresa de seguridad informática McAfee, se ha ofrecido públicamente para ayudar a la institución estadounidense a desbloquear el iPhone y acceder a la información necesaria.
Como resumen, Apple cree que el FBI utilizaría el software requerido para acceder a cualquier iPhone del mundo y por eso se niega a cederlo. En el bando contrario, el servicio estadounidense tiene a su favor la orden de la jueza que obliga a la empresa a piratear el móvil en cuestión. El conflicto parece tener una única solución: un acuerdo entre ambas partes que busque lo mejor para Estados Unidos.
¿Cómo crees que acabará este caso? ¿Seguirá prolongándose en el tiempo o los implicados buscarán un cierre inmediato?