Seguramente, la medicina es gran conocedora de cualquier parte de nuestro cuerpo. De prácticamente cualquier parte de nuestro organismo, la medicina tiene respuesta para saber cómo funciona, cómo se cura una enfermedad o cómo puede evolucionar. De todas, menos del cerebro, ese gran desconocido para la comunidad médica.
Son muchos los artículos y ensayos de medicina que se han escrito para tratar de dar luz al funcionamiento de nuestro órgano más importante. También se ha escrito mucho sobre curiosidades muy interesantes que no dejan de asombrarnos Hoy os traemos uno de estos de descubrimientos que hace que nos planteemos una vez más, cuánto más nos queda por aprender.
Qué han descubierto
Básicamente, han probado una cosa que ya todos sabíamos, y es que, decir que “no” es muy díficil para cualquiera y también para nuestro cerebro. Los estudios científicos publicados por la revista Frontiers in Neuroscience prueban que decir que no es especialmente complejo, sobre todo en edades donde la aprobación social es muy importante.
Esto lo han probado sometiendo a 39 estudiantes y profesores de la Universidad de Montash (Australia), a una resonancia magnética a la vez que le hacían una serie de preguntas de todo tipo: cultura general, preguntas del día a día, preguntas más personales…Antes de que contestaran, se le decía a la persona voluntaria lo que supuestamente había dicho la persona del turno anterior, ya fuera un profesor o un alumno.
Como era de esperar, muchos de ellos contestaron lo que ya habían contestado los anteriores. Este hecho lo explican diciendo que los profesores son un ejemplo de conocimiento, y por otro lado, llevarle la corriente a los alumnos está socialmente mal visto.
Qué ocurre en el cerebro de los conformistas
Los que daban repuestas conformistas sin pensar en su opinión, mostraron una respuesta cerebral muy similar entre ellos. En todos los casos aumentó la actividad de la corteza prefrontal media y la ínsula anterior, especializada en la toma de decisiones y la percepción de emociones. La actividad simultánea de estas regiones, tiene que ver con la disonancia cognitiva.
Además, las personas que daban respuestas conformistas, desarrollaban también síntomas asociados al estrés y a la irritabilidad. ¿Te ves reflejado en este artículo? ¿Conoces a alguien que sea conformista? Seguro que sí. A partir de ahora, ya sabemos que los motivos que tiene una persona para estar conforme con todo, son puramente científicos.
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