Con toda probabilidad alguna vez has sufrido un fallo de Google Maps. La dirección que deseabas encontrar se diferenciaba en algún detalle de la que te ofrecía el mapa de la compañía o, directamente, no existía en la aplicación. Es comprensible que Google Maps no esté perfectamente actualizado en todo momento, pero la situación que le ha tocado vivir a una familia de Estados Unidos ha llegado demasiado al extremo.
Los trabajadores de una empresa demoledora accedieron a Google Maps para saber la dirección exacta de la casa que debían derribar, que se encontraba en mal estado tras el paso de un tornado. Sin darse cuenta, y siguiendo con fe ciega la información proporcionada por este mapa, los trabajadores demolieron la casa incorrecta, que también se había visto afectada por el tornado pero en menor medida.
La dirección donde se encontraba la casa que debía ser derribada era Cousteau Drive 7601, a menos de 100 metros de la vivienda de la familia Díaz, que se situaba en Calypso Drive 7601. Lindsey Díaz, la propietaria afectada, se puso rapidamente en contacto con la empresa responsable, que se limitó a responderle con una captura de pantalla de Google Maps.
El fallo de Google Maps se debe a que las dos viviendas mostraban las mismas coordenadas al ser buscadas, por lo que la empresa de demolición se limitó a dirigirse a la casa de Lindsey Díaz sin comprobar ningún detalle más. Ahora, Díaz explica que se ha quedado sin hogar por culpa de un fallo de Google, que ya se encuentra investigando este caso y ha aceptado inmediatamente el error.
La empresa demoledora intenta culpar así a Google Maps de un grave error en el que, en realidad, no tienen tanta responsabilidad. ¿A quién se le ocurre fiarse de un solo mapa a la hora de derribar una vivienda? Estudiar más de dos veces la situación nunca viene mal, y más en este caso. Es verdad que Google Maps debería corregir este problema, pero ambas partes deberían hacer frente a esta demolición incorrecta.
La tecnología vuelve a demostrar que no es 100% fiable, pero no se le puede culpar de todo. La geolocalización de Google está en constante actualización, aunque puede tener sus fallos. Aquí es donde debe actuar la razón humana y no hacer actos irreparables a la ligera sin tener en cuenta los posibles fallos tecnológicos.
