Mañana se cumplen 30 años desde que el 26 de abril de 1986, ocurriera la mayor catástrofe civil de la historia moderna, la explosión nuclear de Chernóbyl. El reactor número 4 de la central nuclear explotó después de que los propios trabajadores intentaran averiguar durante cuánto tiempo se continuaría generando energía eléctrica después de la pérdida de suministro de una de las turbinas de vapor. Unas pruebas que podrían considerarse rutinarias en cualquier central nuclear.
Sin embargo, algo falló y un sobrecalentamiento del núcleo del reactor resultó en una explosión de hidrógeno que dejó al descubierto el núcleo. A partir de ahí, una nube enorme de materiales radiactivos y tóxicos se extendió por toda Europa estimándose que la cantidad de material esparcido por miles de kilómetros a la redonda, fue 500 veces superior al liberado en la bomba atómica arrojada en Hiroshima.
Chernóbyl 30 años después
El gobierno soviético presidido en aquel entonces por Mijaíl Gorbachov se empeñó en no hacer público el incidente hasta que tres días más tarde, el gobierno sueco diera la voz de alarma después de detectar restos radiactivos en la central nuclear de Forsmark a unos 1100 km de la central de Chernóbyl. Fue entonces cuando las autoridades soviéticas dieron la voz de alarma y decidieron desalojar la ciudad más cercana a la central, Pripyat, situada a tan solo tres kilómetros.
Las consecuencias de este accidente nuclear aún son incalculables. Según algunas organizaciones medioambientales, casi medio millón de personas podrían morir en Ucrania en los próximos años como consecuencia de la nube radioactiva. Además, se estima que entre 50.000 y 100.000 liquidadores (personas que asistieron al accidente para paliar sus efectos sin equipo de protección adecuados) murieron hasta 2007. Hay que añadir, que en uno de los países vecinos a Ucrania como es Bielorusia, 10.000 personas sufrieron cáncer de tiroides también como consecuencia del accidente.
Otros estudios como el Radiation-Induced Cancer from Low-Dose Exposure (Cáncer inducido por exposición a bajas dosis de radiación) estiman que en Ucrania morirán 500.000 personas en los próximos años víctimas del cáncer. El gobierno ucraniano afirma que dos millones y medio de personas, incluyendo menores de edad, sufren problemas de salud derivados de la catástrofe. Por no hablar de las víctimas que emigraron a otros países y que igualmente murieron a causa de la nube radioactiva.
La cuidad muerta de Pripyat
La ciudad más cercana al accidente, Pripyat, es una ciudad fantasma a día de hoy y así seguirá siendo durante los 600 años que el Xenón-133 liberado en el accidente desaparezca. Por no mencionar los 24.000 años que aún seguirá activo el Plutonio-239. Es por ello que Pripyat, es la primera ciudad muerta de forma eterna de nuestro planeta.
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Imagen: The Guardian
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