Las energías renovables se encuentran en una constante evolución. Últimamente, vemos como las placas solares van formando cada vez más, parte del paisaje que nos rodea. Actualmente, podemos ver placas solares en multitud de edificios modernos e incluso en algunas casas particulares. Sin embargo, este sistema de generar energía eléctrica tiene un defecto, y es que, depende de que las condiciones climatológicas sean las óptimas, esto es, soleadas durante un mínimo de horas.
En este escenario, según publica Science New Journal, un equipo de investigación de la Ocean University of China ha encontrado una solución a este problema. Y es que, este grupo de científicos podrían añadir a las placas solares actuales un sistema para que también puedan generar energía en los días lluviosos.
Cómo funciona este sistema
Hay que decir que este sistema no es totalmente novedoso, puesto que, desde hace años es posible producir electricidad a partir de agua salada y grafeno. De hecho, ha sido este el punto de partida de los científicos asiáticos. Según explican, han conseguido construir una capa de grafeno para recubrir las células solares. Este material, es una forma en la que se presenta el carbono y es básica para la reacción química que explican a continuación.
El método usado consiste en hacer que la sal obtenida del agua de lluvia se separe de iones de amonio, sodio y calcio. Una vez obtenidos, éstos se adhieren a la capa de grafeno citada anteriormente para formar un pseudocapacitador que genera electricidad por la diferencia energética entre las distintas capas.
El futuro de esta tecnología
Es importante señalar que esto no es más que una demostración de concepto. Es decir, es un proyecto que tiene el objetivo de sacar mucho más provecho a las placas solares actuales y que pretende revolucionar las formas de energías renovables más domésticas. Su eficiencia del 6%, aún está muy por debajo de otros métodos más consolidados que se sitúan por encima del 16 o 17%.
Cabe destacar por último la importancia que tendrá el grafeno en los próximos años tanto en desarrollos electrónicos como tecnológicos. Su versatilidad y sus propiedades eléctricas hacen de él un elemento que dará mucho que hablar en el futuro y que puede que lo sitúen, como uno de los materiales más demandados en los próximos años.
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