Hace unos días conocíamos la noticia de que Samsung había superado una vez en ventas a la firma norteamericana, Apple. Estas noticias acrecentan, aún más, los rumores de que la firma norteamericana estaría pasando por uno de sus peores momentos.
Así lo reflejan también los resultados del último trimestre, los cuales hacían prever un futuro lleno de dificultades para la compañía dirigida por Tim Cook. En esta línea, hoy hemos sabido que las ventas del próximo iPhone 6s podrían derrumbarse entorno a un 70 o 90% en los próximos meses con motivo de la inminente salida al mercado del nuevo modelo del iPhone 7.
¿Una política de renovaciones discutible?
Estos rumores provienen al parecer de fuentes asiáticas cercanas a las empresas responsables de la fabricación de los procesadores A9 y A10, las cuales afirman que las peticiones de estos chips, han disminuido en casi un 90% si se compara con las peticiones que tuvieron lugar en este mismo periodo hace tan solo un año.
Así, la previsión de salida al mercado del iPhone 7 en los próximos meses, han perjudicado sobremanera las vengas del modelo actual iPhone 6S. La línea continuista de este último modelo en relación con su predecesor y la buena calidad de estos productos, hacen que los usuarios se piensen dos veces la compra de un nuevo terminal con el gran desembolso que ello supone.
¿Es rentable para Apple sacar un nuevo terminal cada año? Estas cuestiones abren en nuevo debate en el mundo de la tecnología. Poner a la venta cada año uno, y hasta dos nuevos terminales si tenemos en cuenta el iPhone SE, puede llegar a ser una perdida de recursos financieros y humanos para muchos expertos.
Más aún cuando hablamos de productos de tan alta calidad que cuentan con lo último en tecnología y materiales y, que por tanto, hace que no sea necesario una renovación tan temprana. Estos dispositivos capaz de tener una vida útil de dos años a pleno rendimiento, ponen en entredicho las políticas de renovaciones de la propia compañía hecho que, cuanto menos, resulta contradictorio.
De este modo y a expensas de que el nuevo terminal de la firma de la manzana salga a la venta, Tim Cook y los suyos deberán hacer todo lo posible porque productos como el Apple Car y el resto de avances tecnológicos, salven los maltrechos resultados de una compañía que parece carente de originalidad desde la marcha de Steve Jobs.
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