Está claro que la nueva película de los estudios Píxar, Buscando a Dory, es todo un éxito. Podríamos decir incluso que ya era un éxito antes de su estreno, dado todo el revuelo que ha generado la película durante meses.
En nuestro país se estrenará el próximo día 22 y no sabemos si alcanzará el mismo éxito que su predecesora Buscando a Nemo, del año 2003, pero sí hay algo que distintas asociaciones no quieren que ocurra.
Tanto éxito tiene peligro
La historia del pequeño pez payaso Nemo fue una de las más exitosas de la historia de Pixar, quedando tercera en el ránking propio de los estudios. Además, influyó más allá del terreno estrictamente cinematográfico.
Su popularidad no sólo aumentó los beneficios de los estudios, sino que supuso una subida del 40% en la demanda de peces payaso. Todos los niños querían a su propio “Nemo” en casa. Hasta entonces estos pequeños peces habían pasado más o menos desapercibidos entre la sociedad.
Rápidamente muchos investigadores advirtieron del peligro que podría suponer la explotación de las zonas de corales donde habita esta especie. Incluso se crearon organizaciones como el Fondo de Conservación Salvando a Nemo.
Alertaron de que el 90% de las especies que acaban en nuestros acuarios son capturadas directamente en el mar y esto puede conllevar una serie de problemas medioambientales que pueden ser muy graves.
Se comenzó por lo tanto a criar a esta especie en zonas controladas para evitar así un desastre medioambiental. A pesar de esto, según la misma organización, alrededor de un millón de ejemplares de pez payaso son capturados cada año.
Distintas organizaciones temen que pueda ocurrir algo parecido con la especie de cirujano azul, cuyo célebre exponente es Dory. El problema en este caso sería que esta especie nunca ha podido ser criada con éxito en cautividad y por tanto, todos los ejemplares tendrían que salir directamente de los mares.
Ojalá esta serie de campañas consigan concienciar a la población, evitando así la explotación de esta especie. Debemos respetar el frágil ecosistema marino y darnos cuenta de que a veces, la simple compra de un pez puede tener grandes repercusiones.