En los últimos meses venimos hablando sobre el interés que organismos como la Agencia Espacial China, Rusa, la NASA o incluso empresas privadas como Space X, tienen por llegar a Marte en los próximos cincos años. En este sentido, aún quedan muchas cuestiones por resolver: quien financiará estas misiones, quién las dirigirá y hasta quién se atreverá a colonizar el planeta rojo en primer lugar.
Aunque una vez queden resueltas estas cuestiones, faltará por resolver la más importante, ¿cómo serán los seres humanos que vivan en Marte? Sobre este aspecto, se abren diversas teorías que defienden que posiblemente ya no estaríamos hablando de seres humanos como tal, sino que posiblemente tengamos que hablar de una nueva especie.
¿Cómo serán los seres humanos que vivan en Marte?
Como en cualquier otra colonización producida a lo largo de la historia de la humanidad, hará falta un periodo de adaptación. Por esto, lo primero que habrá que resolver para llevar a cabo una misión de larga duración es quién o quiénes serán los primeros humanos que se aventuren a conquistar el planeta rojo. Con esto no nos referimos al hecho de llegar a Marte con una nave espacial y con trajes preparados para ello, sino al hecho de vivir en el planeta rojo y a reproducirse. Y aquí puede que esté la clave, en si seremos capaces de reproducirnos en el espacio.
Son muchos los expertos que están trabajando sobre esta cuestión y que afirman que las personas no tendríamos problemas para reproducirnos en Marte, teniendo cuenta la microgravedad existente en el planeta (tres veces menor que en la Tierra), la radiación o las temperaturas extremas.
Es en este punto donde puede que comience la selección natural, y es que, algunos autores adelantan que no todos los viajeros a Marte sobrevivirían a una larga estancia en el planeta rojo. Por otro lado, cabe mencionar el efecto fundador, esto es, los primeros humanos que lleguen a suelo marciano tendrán una ventaja competitiva sobre los que vayan llegando años más tarde.
Si habláramos de los nacidos en Marte, factores ya citados como la gravedad, la radiación solar o las temperaturas extremas provocarían malformaciones aumentando el potencial de adaptación de los nativos marcianos. Es aquí cuando nos preguntaríamos si habría que seguir hablando de homo sapiens o de otra especie distinta.
Estas cuestiones invitan a la comunidad científica a plantearse si debemos enviar a Marte a humanos de una misma zona geográfica o, por el contrario, debemos diversificar en la medida de lo posible las zonas de las que provengan los primeros aventureros con el objetivo de garantizar de algún modo la supervivencia de nuestra especie en el planeta rojo.
¿Te ha parecido interesante este artículo? Déjanos tu opinión
