Dos hermanos inventores, Matthew y Mark McLachlan, han creado un dispositivo (con forma de dado) lleno de interruptores, botones y ruedecitas que no activan nada. El único objetivo que tiene este dado es, simplemente, el placer de apretar, girar y manosear y que nos sirve para desestresarnos.
Fidget Cube ha sido el nombre escogido por los hermanos que ha recaudado ya más de cuatro millones de euros en un proyecto que tenía como objetivo inicial 13.300.
La idea del proyecto surgió mientras pensaban, irónicamente, en su siguiente creación: se descubrieron apretando bolígrafos y haciendo movimientos con las piernas de forma involuntaria. Esto, de forma general, produce un placer en la gente, así que pensaron que sería una buena idea emplear la tecnología para maximizarlo.
Los autores piensan que manosear cosas permite centrarnos en la actividad central en la que nuestro cerebro está trabajando. Según informa El País, este hecho se debe a nuestros tiempos prehistóricos, en los que centrar toda nuestra atención en una sola actividad no era lo más recomendable por el simple peligro que ello suponía.
Así, según un estudio publicado por psicólogos de la Universidad de California Roland Rotz y Sarah Wright en 2015, si la actividad en la que estamos trabajando no es lo suficientemente interesante para centrarnos completamente, el simple acto de apretar un botón, por ejemplo, puede ayudar a la parte del cerebro que se está aburriendo a concentrarse.
Muchos otros estudios han corroborado este hecho: por ejemplo, una investigación llevada a cabo en 2005 concluyó que los alumnos que disponían de un dispositivo parecido al desarrollado por los hermanos McLachlan en clase aprendían más rápido.
Con todos estos datos, los hermanos inventores desarrollaron un gadget que dispone de botones de distinta presión y sonido, un interruptor, un joystick y algunas ruedecitas. Eso sí, si quieres uno tendrás que esperar y reservarlo: no se pondrá a la venta hasta diciembre de este año.
