Encontrar un arma fiable contra el cáncer es uno de los mayores retos a los que se enfrentan miles de científicos de todo el mundo. Toda la inversión que se ha realizado a lo largo de los años, tanto monetaria como de esfuerzo por parte de los investigadores, parece estar dando sus frutos, ya que cada vez nos encontramos más cerca.
Hoy en Xombit os presentamos un nuevo avance, centrado esta vez en los genes. En realidad me refiero a un campo distinto en el estudio del cáncer, que surgió hace ya más de 30 años. Los nuevos medios con los que contamos hoy día nos permiten conocer cada vez más sobre esta terrible enfermedad.
Marcadores genéticos
Como podemos leer en El País, durante la década de los setenta, se produjeron una serie de avances en el estudio del cáncer. Se averiguó que los tumores pueden surgir por fallos genéticos en células sanas.
Esto abría un nuevo campo de investigación, el de la genética. Gracias a esto, pudieron fabricarse fármacos más efectivos, fármacos “personalizados” gracias a la información genética que podía obtenerse. Estos, lejos de afectar a todas las células como lo haría la quimioterapia, pueden dirigirse a células concretas, siendo así mucho más efectivos.
Ya en nuestros días, una empresa, Foundation Medicine, parece encontrarse de nuevo ante un impulso en este campo. ¿En qué se basa? Las nuevas tecnologías, ayudadas por los nuevos conocimientos científicos y la disminución de los costes, parecen avecinar una etapa próspera y llena de descubrimientos.
Además, también se está produciendo un cambio de percepción con respecto al cáncer. Ya no pensamos en él como una enfermedad que afecta a unos órganos concretos, sino como una serie de fallos genéticos que propician la proliferación de “células enfermas”.
Si quieres saber más: La nueva guerra contra el cáncer no está en un órgano sino en los genes
Si seguimos avanzando a esta velocidad en lo que al estudio de marcadores genéticos se refiere, podemos ser muy optimistas. ¿Puede que la clave en la lucha contra el cáncer se encuentre realmente en la información genética? Todo apunta a que sí.
¿Qué te ha parecido este artículo? No olvides dejar tu comentario.
