Donald Trump, nuevo presidente de Estados Unidos, dejó muy claro durante su campaña electoral que las empresas estadounidenses tendrían que centrar la producción en su propio territorio. Trump ha continuado con su plan y amenaza con altos impuestos a todas aquellas compañías que se decanten por producir en el extranjero. Parece que su aviso ha tenido efecto y Apple ya piensa en invertir en el país.
La idea de Apple no viene sola, ya que la compañía estaría acompañada en este proyecto por Foxconn, la empresa taiwanesa encargada de fabricar la mayoría de móviles del mundo. Ambas compañías trabajan actualmente en varios países asiáticos debido a los bajos costes de producción. ¿En qué se basa el proyecto conjunto de Apple y Foxconn?
Según informa The Verge, Apple y Foxconn se están planeando seriamente invertir 7.000 millones de dólares (más de 6.500 millones de euros) en abrir una fábrica en Estados Unidos que daría lugar a entre 30.000 y 50.000 puestos de trabajo. Terry Gou, presidente de Foxconn, ha sido el encargado de confirmar que Apple está muy interesada en crear esta fábrica para la creación de pantallas.
La apertura de una planta de fabricación en Estados Unidos tendría sin duda un efecto importante en el precio del iPhone. El propio Gou ha explicado que en el futuro los clientes podrían llegar a pagar hasta 500 dólares más por un producto fabricado en Estados Unidos, aunque ello no implique que este sea de mejor calidad que uno que cueste 300 dólares. El presidente de Foxconn ha aprovechado para reclamar a las autoridades de EEUU ayudas económicas para la producción y así poder reducir los gastos.
Esta inversión de 7.000 millones de dólares en territorio estadounidense no conlleva, sin embargo, que Foxconn vaya a abandonar sus negocios en China. El mercado chino es el mercado más importante del mundo y Foxconn no está dispuesta a abandonarlo pese a las presiones de Trump. Terry Gou no ha dudado en confirmar que la compañía continuará invirtiendo en China en el futuro.
Además, Foxconn ya ha mantenido conversaciones con las autoridades estadounidenses para la apertura de una fábrica de moldeado en Pennsylvania. Para Terry Gou, el proteccionismo del que hace gala Trump es “inevitable” pero duda sobre si los compradores estadounidenses accederán a pagar una mayor cantidad por un producto fabricado en su país.
“Sería un gran logro para mí si consigo que Apple construya una gran planta de producción en Estados Unidos, o muchas grandes plantas en Estados Unidos, en lugar de China o Vietnam” afirmó Donald Trump, y parece que su sueño está muy cerca de ser realidad.
