A muchos de nosotros en algún momento nos ha llamado la voz que nos invitaba a echar unas partidas en nuestra consola. A unos en mayor, y a otros en menor medida. Lo que sí es cierto es que no siempre lo hacemos en las mejores condiciones. ¿Cómo puede ser eso, si solo necesito la consola?
Aún recuerdo cuando de pequeño jugaba a Sonic en mi PS2 en una pantalla que daba lástima. De tubos catódicos por supuesto, era la época, y seguro que personas mayores que yo han experimentado el jugar a juegos en condiciones que, comparadas con las de hoy en día, son casi precarias.
Es por eso que, a día de hoy, si buscamos disfrutar al máximo de lo que un videojuego nos puede ofrecer en todas sus facetas, uno de los detalles que debemos cuidar sobre todo es el televisor en el que queremos disfrutar de estos aspectos, y por eso hoy vamos a ver algunos de los factores más importantes a la hora de elegir nuestra siguiente pantalla.
El tamaño, lo más básico
Ya lo reza el dicho popular: “cuanto más grade mejor”. Aunque también es cierto que muchos otros piensan que no es así, que depende de para qué. En este caso pasa algo muy similar. Podemos dejarnos el dinero en el televisor más grande que haya en la tienda. Y sí, tendremos el televisor más grande de la tienda, ese que hace que te lo tengan que traer a casa porque no cabe en el maletero.
Sin embargo, llegamos a nuestro salón y nos damos cuenta de que si queremos poner nuestro nuevo y flamante aparato tenemos que desvalijar la pared en la que estaba el antiguo. Y no solo eso, si no que tras hacerlo nos damos cuenta de que para ver todo el ancho del televisor tenemos que tener el cuello de un lado para otro como las palomas. Mala decisión.
Es por eso que lo más recomendable es comprar una pantalla que sea adecuada en tamaño según la distancia al punto desde el que va a ser observada. En la tabla a continuación podéis ver cómo se relaciona la distancia con el tamaño de diagonal.
La resolución, otra de las claves
No nos podemos olvidar de que estamos buscando un buen televisor en el que disfrutar de nuestros títulos favoritos, por lo que además de tener un tamaño adecuado también debe tener una buena resolución.
Todos conocemos un poco las resoluciones más trabajadas en los sistemas de imagen del mercado. Empezando por 720p hasta llegar al archiconocido 4K, pasando en medio por 1080p. Esta última es la más extendida en las televisiones del mercado, pero cuando se trata de videojuegos siempre queremos lo máximo.
Es por eso que una televisión con resolución 4K no es ninguna mala idea, sobre todo teniendo en cuenta que se pueden encontrar desde 470 euros como es el caso de la Samsung KU6000, y desde ahí, para arriba, todo lo que queráis, como pasa con todo. Además, al mismo tiempo estaremos haciendo una inversión de futuro, ya que el contenido en 4K se extenderá en los próximos años en todos los formatos.
El consumo, no se puede dejar de lado
Atrás quedaron ya y no hace poco tiempo las televisiones de plasma que, si bien fueron una gran revolución cuando llegaron sustituyendo a las de tubos, dejaban bastante que desear en términos de consumo. Hoy en día, por suerte, contamos con las televisiones con paneles de tecnología LED que reducen el consumo del aparato de forma considerable, y además son más finos.
No obstante, queda recordar que siempre es recomendable fijarse en el consumo en kw/h del aparato en la ficha técnica del producto, para así no llevarnos una doble sorpresa: la factura de la luz del próximo mes y que tenemos un aparato recién comprado que nos cuesta más mantenerlo que otra cosa. Además, si nuestra nueva adquisición a la que le vamos a dedicar tantas horas es respetuosa con el medio ambiente, mejor que mejor.
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También es cierto que si la televisión incorpora algún tipo de tecnología de audio especial es bienvenida, aunque si lo que queremos es disfrutar de nuestros juegos como si estuviésemos dentro lo mejor es un equipo de audio dedicado externo. Por lo demás, ¡solo queda hacernos con el mejor dispositivo para jugar!
